Los detractores del ex dictador Augusto Pinochet -familiares de víctimas de su régimen- no harán nada que pueda recordar a ese «nefasto personaje» en el primer aniversario de su muerte, mientras que sus seguidores preparan conferencias y misas.
Los familiares de las 3 mil víctimas que dejó el régimen de Pinochet (1973-90) no quieren realizar ninguna actividad conmemorativa, ni siquiera actos de repudio.
«Está lejos de nosotros programar alguna actividad por la muerte de Pinochet. Por el contrario, consideramos que entre menos se hable de ese nefasto personaje es mejor para el alma», dijo a la AFP, Mireya García, vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
«Como agrupación no vamos a realizar ninguna actividad que signifique poner su nombre en los medios y que de nuevo sea un tema de discusión, cuando en realidad lo único que corresponde es que esté relegado a los tribunales a través de los procesos a sus agentes», agregó García, cuyo hermano Vicente, integra la lista de víctimas que dejó el régimen.
Del lado de los partidarios, las conmemoraciones se inician el mismo lunes -fecha de aniversarios de su muerte de infarto a los 91 años-, cuando familiares y partidarios del fallecido general se junten en una misa al mediodía en la catedral castrense de Santiago.
La actividad es organizada por la Fundación Presidente Augusto Pinochet y el cuerpo de generales del Ejército en retiro, que por la tarde de ese lunes tienen previsto una serie de conferencias y charlas en torno a la figura y obra de Pinochet.
La ceremonia religiosa se replicará también en otras ciudades de Chile, según dijo a la AFP el gerente de la Fundación Pinochet, el general (r) Luis Cortés Villa.
«Estaremos todos aquéllos que admiramos al general Pinochet. Lo menos que podemos hacer es recordarlo con cariño», declaró el militar.
La familia, por su parte, celebrará una misa en la finca de Los Boldos, al oeste de Santiago, donde están depositadas sus cenizas del dictador, que solía pasar en este lugar la mayor parte del tiempo en sus años de vejez.
«Queremos algo netamente familiar, privado», señaló el hijo menor del ex dictador, Marco Antonio.
Los seguidores de Pinochet también difundirán los documentales «Lágrimas de Gloria», sobre sus funerales, y «Honores para una defensa», dedicado a los abogados que defendieron a Pinochet.
Al momento de morir, Pinochet enfrentaba procesos por violaciones a los derechos humanos y corrupción, en el marco de la investigación por las millonarias cuentas secretas que mantenía ocultas en el banco Riggs de Washington.
«Querellas y procesos tenía, pero nunca se le pudo probar absolutamente nada», explica el gerente de la fundación Pinochet.
Esos juicios fueron cerrados después de su muerte pero siguieron aquellos en que aparecen vinculados su familia y agentes de su régimen. El 4 de octubre pasado, su viuda, Lucía Hiriart, sus cinco hijos y una decena de colaboradores cercanos fueron apresados, bajo el cargo de malversación de caudales públicos.
Un mes después, la Corte Suprema los exculpó del delito, aunque el proceso sigue abierto.
Marco Antonio Pinochet, el hijo menor del ex dictador chileno Augusto Pinochet, pidió hoy recordar a su padre por las cosas buenas que hizo, al conmemorarse un año de su muerte.
«Me gustaría que no se agrande lo malo, porque siempre se ha tratado de mostrar al mundo lo malo. Me gustaría que pasara a la historia con lo bueno también (…) que pase a la historia como el hombre que fue, un hombre sencillo, pero que hizo mucho por Chile», señaló en una entrevista con la edición electrónica del diario El Mercurio.
«Mi padre, junto con todos sus colaboradores, dejaron grandes cosas», agregó su hijo, que recordó que casi 60 mil personas lo despidieron en sus funerales, tras su muerte, el 10 de diciembre de 2006, a los 91, víctima de un infarto.
El menor de los hijos de Pinochet señaló además que tras la muerte de su padre, su familia se ha unido más que nunca.
«Se ha tratado de mostrar que somos una familia que tiene divisiones muy profundas, pero yo lo desmiento, somos una familia como todas, que tiene sus diferencias, sus distintas opiniones, pero que sigue siendo una familia unida y sigue compartiendo», señaló.
El primer aniversario de la muerte de Pinochet, que gobernó Chile entre 1973 y 1990, será recordado con varias actividades, pero ninguna masiva.
En la catedral castrense de Santiago, se realizará al mediodía una misa en su honor, mientras que la fundación que lleva su nombre realizará una serie de charlas para recordar su vida.
Los familiares de víctimas de su dictadura, por su parte, no realizarán ningún acto de repudio.