A su regreso de Washington D. C., el vicepresidente del Gobierno, Rafael Espada, encontrará hoy el nuevo vehí­culo designado para su uso exclusivo: una camioneta tipo agrí­cola de modelo 2008, de clase A, valorada en Q847 mil 100.

La última adquisición del Gobierno está provista con un blindaje especial que resiste el ataque de armas de grueso calibre; un material opaco que recubre la pared de fuego, puertas y compuerta, carrocerí­a, techo, piso y tanque de gasolina lo que hace imposible que balas de calibre 7.62 x 39mm, 5.56 x 45 y 30-06 causen daños a los tripulantes del automóvil.

Considerando la importancia del funcionario, también se instaló protección balí­stica de material transparente al windshield, en los vidrios de las puertas, cabina y compuerta.

El flamante automotor además posee alta capacidad en rendimiento, esto debido a que está provisto de un motor de 4 mil 664 centí­metros cúbicos y 271 caballos de potencia que le permiten alcanzar altas velocidades en un tiempo mí­nimo.

Espada ha dicho que un nuevo vehí­culo en la vicepresidencia es necesario debido a las condiciones en las que se encuentra el automóvil utilizado por su antecesor, Eduardo Stein, que después de unos meses de uso fue descartado por desperfectos mecánicos.

Las crí­ticas contra el Gobierno han pesado por el alto costo del vehí­culo, debido a que la compra contradice la «austeridad» que ha proclamado el presidente ílvaro Colom para evitar gastos superfluos en el Ejecutivo.

Colom ha declarado que se han suspendido las cuentas de telefoní­a móvil y el uso de vehí­culos durante fines de semana a funcionarios, para conseguir ahorros en las arcas del Gobierno.

Previo a la entrega de la camioneta a la vicepresidencia, Espada evadió las preguntas de los periodistas sobre el costo y la necesidad de comprar vehí­culos para empleados públicos. En repetidas ocasiones, el funcionario suspendió las ruedas de prensa cuando se comentó sobre su nuevo auto blindado.