Según el viceministro de Prevención de la Violencia y el Delito del Ministerio de Gobernación (Mingob), Arkel Benítez, actualmente hay 22 delegados para prevenir la violencia, quienes realizan diversas actividades en sus entornos, pero se les solicita “no arriesgarse más de la cuenta”, esto tras la muerte de Rafael Licardí, quien fue asesinado por órdenes de los líderes detenidos de la clica Solo Raperos (SR).
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Según el funcionario, las atribuciones de los delegados están vinculadas con la organización comunitaria y la prevención, no precisamente con un trabajo policial. Agregó que si en algún momento conocen información importante deben trasladarla a la Policía Nacional Civil (PNC) como cualquier ciudadano, pues se les pide “no arriesgar más” de lo que pueden.
Benítez dijo que estas personas no viven precisamente en las áreas donde trabajan, en el caso de Licardí era distinto, pues él tenía un liderazgo local que lamentablemente causó que lo asesinaran.
Actualmente hay 22 delegados en diferentes puntos del país y según el viceministro no ha existido necesidad de que los roten porque su vida está en riesgo.