Viajes y más viajes


La gigantesca burocracia estatal ansí­a viajar con canonjí­as. Pero quienes se llevan las palmas en tal sentido son los diputados. ¿Cuándo dejarán de emular a Marco Polo? Mejor dicho ¿Hasta cuándo el presidente Méndez Herbruger del Legislativo los premiará con tantos periplos?

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Hace años que los congresistas siempre andan recorriendo diversos paí­ses de todos los continentes, repletos de viáticos y demás estipendios. Sin embargo, el reelecto presidente batió récord, ¡qué descaro! Aun en sus últimos meses aprovecha él y sus conmilitones la ocasión.

Empero el más reciente llevado a cabo por tres de ellos, una dama a la cabeza y para variar elementos del gobiernista partido GANA, protagonizaron y se involucraron en un supuesto seminario. Organizado dizque por la Acción Internacional de Parlamentarios, Parí­s, Francia.

A la postre, y en eso radica el escándalo que motiva reacciones adversas de muchos connacionales, quienes con sus tributos pagan esos viajes y más viajes. Al destaparse la olla de grillos, a la postre, todo fue un engaño; no habí­a nada en concreto y retornaron «molestos».

Eso último es mucho decir, opinan representantes del colectivo nacional que por dignidad y vergí¼enza deberí­an renunciar. ¡Qué esperanzas! Nunca jamás lo harán; por el contrario, supongo ya se movilizan para conseguir su reelección para el próximo Congreso.

Los diputados viajeros alguna vez pensarán antes de aceptar esos premios cuántos guatemaltecos no tienen ni siquiera para mitigar el hambre. Sus entenderas considerarán cómo se encuentra el paí­s agobiado por una interminable y creciente crisis económica social.

Su mente tomará en cuenta que el sistema hospitalario es una calamidad; que los jubilados estatales hace tiempo no gozan de aumento en sus montos. También cuántas leyes urgentes, verdaderos satisfactores del estatus del hombre de la calle esperan su aprobación. No amarguen más la vida a sus electores.