Venezuela: Oficialismo gana elecciones municipales


inter26_1a

El mapa político de Venezuela experimentó un notable pero leve cambio de color bajo el mando de su sucesor Nicolás Maduro, después que la oposición le arrebatara al oficialismo la capital del estado natal de Hugo Chávez, Barinas.

inter26_1b

Por FABIOLA SÁNCHEZ y JORGE RUEDA, CARACAS, Agencia AP

La oposición también ganó las alcaldías de las cinco ciudades más pobladas del país.

Contabilizado el 97,50 % de las mesas de votación en 18 los 23 estados y el Distrito Capital en las elecciones municipales, los aliados de Maduro ganaron 196 municipios en disputa, mientras que los candidatos de la oposición se alzaron con el triunfo en al menos 53.

Los resultados de 78 localidades restantes presentaban resultados muy estrechos como para que algún movimiento fuera declarado ganador.

Así, tanto el oficialismo como la oposición se dividieron las elecciones a alcalde y concejos municipales, lo que prolonga una especie de estancamiento político de cara a los graves y cada vez mayores problemas económicos que enfrenta el país.

La oposición, que ganó 46 municipios en las elecciones de 2008, ganó las dos ciudades más grandes del país y al menos cuatro capitales de estados que en la actualidad están en manos de los partidarios del gobierno, entre ellos Barinas.

Sin embargo, la oposición no logró capitalizar el descontento popular por una galopante inflación y un fuerte desabastecimiento de productos de la canasta básica, y no pudo llevarse el voto nacional, que era su objetivo, y así imponerse sobre Maduro en su primera prueba electoral desde que derrotó en abril en las elecciones presidenciales al líder opositor Henrique Capriles por un muy estrecho margen.

«La revolución bolivariana continua ahora con más fuerza», dijo Maduro desde la céntrica Plaza Bolívar al celebrar los resultados, que consideró una «gran victoria», y minimizar la pérdida de las alcaldías de las ciudades grandes.

Capriles, por su parte, dijo que los resultados una vez más dejan en evidencia que el país está «divido» y «necesita diálogo».

«Algo tiene que haber quedado muy claro hoy: Nadie es el dueño de Venezuela. El país necesita unidad y diálogo», expresó en una conferencia de prensa.

Al referirse al discurso de Maduro, Capriles afirmó que el mandatario «en nada lee el resultado, (lo que dijo) no es expresión de lo que ocurrió hoy en Venezuela. Si algo quedó claro es que… tenemos un país dividido y ese país divido nos reclama todo… que nos quede claro que este país clama por el diálogo», insistió.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, catalogó de exitoso el proceso al reportar una participación de 58,92%.

En las elecciones regionales la abstención históricamente alrededor se ha ubicado en el 50.

El gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela sumó al menos 4,5 millones de votos, mientras que la llamada Mesa de La Unidad, formada por partidos de izquierda, conservadores moderados y tradicionales, obtuvo 4,2 millones.

«De los 335 municipios ya tenemos irreversibles 257, lo cual representa el 77%», dijo Lucena.

El Partido Socialista obtuvo 4.584.477 (44,16% de los votos), mientras que la Mesa de Unidad 4. 252.082 (40, 96. El Partido Comunista obtuvo el 1,6% de los votos y otras organizaciones políticas el 13, 26%, según Lucena.

La oposición venció en la capital del estado natal de Chávez, fallecido el pasado 5 de marzo, y las ciudades de Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal y Mérida, cinco de las ciudades más pobladas del país, además que el opositor Antonio Ledezma retuvo la alcaldía mayor de Caracas con 50,81% de los votos escrutados.

También retuvieron la capital del estado insular de Nueva Esparta, Asunción, informaron las autoridades electorales.

Maduro, de 51 años, logró recuperar el terreno perdido en las elecciones presidenciales tras acusar a grupos y empresas de librar una «guerra económica» contra su gobierno socialista. También tomo medidas populistas como arrestar a gerentes de tiendas de electrodomésticos y decretar una baja en los precios de televisores de plasma y refrigeradores, entre otros.

El encuestador Luis Vicente León dijo que esta ofensiva lo ayudó a mejorar el índice de aprobación, al pasar de 41% en septiembre a más de 50% ahora, que era el nivel de apoyo que Maduro tenía en las elecciones de abril.

Hace un año, Chávez regresaba a Caracas procedente de Cuba, donde fue sometido a un tratamiento contra un cáncer en la pelvis, y ungió a Maduro como su eventual sucesor. Para conmemorar ese día, Maduro decretó el domingo día de fiesta nacional de «lealtad y amor» por Chávez, una jugada política que la oposición denunció como una estratagema electoral.

Pero Valencia, Barinas y Barquisimeto, que estaban en poder del oficialismo, pasaron a manos de algunos de los más enconados adversarios del presidente Maduro.

El candidato oficialista Jorge Rodríguez fue reelecto como alcalde del municipio capitalino Libertador, asiento de los poderes públicos venezolanos, con 474.227 votos, 54,55% de la votación.

El alcalde mayor reelecto de la región metropolitana de Caracas, Antonio Ledezma, llamó el domingo por la noche a un reencuentro entre los venezolanos y al respeto entre los movimientos políticos.

«Venezuela no quiere más odio», dijo. «Nadie, ninguno de nosotros, tenemos derecho a dividir a Venezuela. Este país quiere reencontrarse con su verdadera esencia».

En estos comicios se elegían 335 alcaldes, 2.455 concejales en la capital y los 23 estados del país y las alcaldías metropolitanas de Caracas y del Alto Apure, en el suroeste del país.

Se esperaba la participación de unos 19 millones de electores.

Más allá de su gestión como alcalde, Jorge Rodríguez ha sido blanco permanente de las críticas de grupos opositores, que lo acusaron en su momento de ser parcial hacia Chávez cuando era presidente del Consejo Nacional Electoral.

El funcionario dijo entonces que las denuncias eran «falsas» y tenían el propósito de desacreditar el sistema electoral.

Pero las elecciones legislativas de diciembre de 2005, organizada durante su gestión, fueron manchadas por el retiro de los opositores, que argumentaron falta de transparencia. Así, los aliados del presidente Chávez consiguieron los 167 escaños de la Asamblea Nacional.

En diciembre de 2006 Chávez fue reelegido por abrumadora mayoría para gobernar el país hasta 2013, y un mes después de su reelección anunció la designación de Rodríguez como vicepresidente, cargo que dejó en 2008 para postularse como alcalde.

Lucena indicó que los cómputos finales de otros cinco estados se anunciarán más adelante y que las cifras se informarán cuando sean «irreversibles».

Según extraoficiales mencionadas por Maduro en un discurso, el partido de gobierno ganó en 15 de las 23 capitales de estado y el Distrito Capital.

Maduro consideró una «pérdida sensible» para el oficialismo la derrota en la capital del estado Barinas, donde nació Chávez, y dijo que tanto en esa ciudad como Maturín se perdió debido a divisiones entre los oficialistas. «Hay que trabajar más por reunificar las fuerzas», agregó.

«Este gran logro va a bañar de paz, de estabilidad a toda Venezuela para el trabajo que tenemos que hacer en lo que resta de este año y el próximo año 2014», precisó.

Los comicios se desarrollaron de forma pacífica en todo el país, con excepción de un incidente violento en el estado occidental de Trujillo, donde una mujer murió baleada. Pero no estaba claro si la muerte estaba relacionada con motivos políticos.

«La paz del país está garantizada», dijo Maduro horas antes, al informar a la prensa que el proceso electoral se desarrollaba con normalidad. «He tomado todas las medidas para evitar las loqueras de los que siempre conspiran».

«Esta es la hora de los valientes, esta es la hora de demostrar nuestro coraje, nuestra fuerza», dijo Capriles a la prensa a la salida de su centro de votación en el este de Caracas, al llamar a los electores a votar y a vencer lo que consideró «la campaña más abusiva de quienes tienen el gobierno».

El líder opositor, de 41 años, criticó con dureza a Maduro, a quien acusó de incurrir en un proselitismo «descarado» al acudir a su centro de votación y aparecer ante las cámaras de televisión con los candidatos oficialistas a las alcaldías capitalinas. «Maduro hoy hizo campaña electoral… campaña descarada».

«Siempre hemos respetado los resultados cuando son el reflejo de lo que el pueblo ha expresado con sus votos, y así va hacer», dijo Capriles, al preguntársele si la oposición aceptará los informes finales del Consejo Nacional Electoral.