Venezuela negocia compra de armamento


Visita. El presidente de Venezuela, Hugo Chavez (I) junto a su par ruso, Vladimir Putin, durante una reunión en la residencia presidencial de Moscú.

Venezuela mantiene «negociaciones» con Rusia para adquirir cinco submarinos de propulsión diésel, así­ como armamento aéreo, anunció el viernes un responsable de la agencia pública rusa de armamento, Rosoboronexport, en pleno viaje del presidente Hugo Chávez a dicho paí­s.


El gobierno venezolano está interesado en los submarinos del tipo 636, una de las últimas generaciones de naví­os propulsados por combustible de la agencia rusa, especialmente silencioso y con capacidad para disparar hasta cuatro misiles de un alcance, cada uno, de 220 km.

El precio por unidad de esos naví­os no fue divulgado.

Con esos submarinos, las fuerzas armadas venezolanas no tendrí­an que «penetrar lí­neas de defensa enemigas» para responder a distancia de cualquier ataque, según la descripción de las naves contenida en el catálogo de ventas de Rosobonexport.

Los 636 también están equipados con 18 torpedos y 24 minas, y pueden navegar sin salir a la superficie durante 45 dí­as.

«Hay negociaciones actualmente entre Rusia y Venezuela para la venta de cinco submarinos del proyecto 636», declaró un consejero del director general de Rosoboronexport, Innokenti Naletov, en una rueda de prensa al margen de un salón militar naval en San Petersburgo (noroeste de Rusia).

Las especulaciones sobre la compra de submarinos rusos surgieron en Caracas antes del viaje de Chávez, quien no los desmintió ni aclaró.

El mandatario venezolano confirmó sin embargo las negociaciones a diputados rusos este viernes, en una reunión a puerta cerrada, y aseguró que la compra de esas naves servirí­a para «defender la Revolución».

«Estados Unidos nos amenaza constantemente. Tenemos que defender nuestra Revolución», dijo Chávez, según las palabras citadas textualmente por la diputada Elena Drapeko, del partido minoritario Rusia Justa.

En un encuentro con empresarios rusos, abierto a la prensa, Chavez declaró: «se ha tratado de crear una opinión de que yo vine aquí­ a comprar armas, como si esa fuera mi intención exclusiva. No es esa mi prioridad, (pero) estamos trabajando en esa materia, sobre todo a raí­z de que el gobierno de Estados Unidos decidió desarmarnos».

Washington no solamente se ha negado a proporcionar piezas para los viejos F-16 del Ejército del Aire venezolano, sino que además presionó a paí­ses como Brasil y España para que no vendieran a Caracas aviones militares, recordó Chávez.

«Yo agradezco mucho al gobierno de Rusia su cooperación», dijo Chávez, que llegó a Moscú el miércoles.

El mandatario venezolano cenó con Vladimir Putin el jueves, y el propio lí­der ruso explicó a la prensa que el tema armamentí­stico iba a dominar el encuentro.

Venezuela también está interesada en armamento aéreo, declaró el responsable de Rosoboronexport.

Chávez, que visitará una fábrica de helicópteros en Rostov del Don (1.200 km al sur de Moscú) este sábado, podrí­a estar interesado por un sistema de defensa antiaéreo, según fuentes armamentí­sticas citadas por la prensa rusa.

Venezuela compró 53 helicópteros y 24 aviones Sukhoi 30, además de 100.000 kalashnikov, a Rusia en los últimos 18 meses, con un gasto estimado en 3.000 millones de dólares.

Los sistemas antiaéreos que podrí­an ser objeto de interés de Chávez son el S-300PMU1 y el TOR-M1, informó el diario Vedomosti el miércoles.

El S-300PMU1 puede interceptar misiles de una gran variedad en un radio de 300 km, mediante 12 misiles autopropulsados que pueden ser disparados en 7 segundos. El TOR-M1, a bordo de un vehí­culo blindado, es un sistema antiaéreo de apoyo a tropas e instalaciones, y su capacidad de intercepción es de 25 km.

La carrera armamentí­stica de Venezuela ha despertado crí­ticas de Washington y la inquietud de algunos de sus vecinos.