Veinte años rehabilitando a jóvenes que buscan salir de las pandillas


El Grupo Ceiba realiza actividades de recreación, con la finalidad de insertar a jóvenes ex pandilleros y a quienes están en riesgo de maras.

La Asociación Grupo Ceiba trabaja desde hace 20 años con jóvenes ex pandilleros, así­ como con quienes están en riesgo de involucrarse a las maras. Según la asociación, el mayor obstáculo que enfrentan es el «estigma social».

Mariela Castañon
lahora@lahora.com.gt

De acuerdo con Marco Antonio Castillo, director general de Grupo Ceiba, se trabaja con jóvenes que oscilan entre los 15 y 25 años, en distintos lugares del paí­s, entre ellos en la colonia El Limón y Lomas de Santa Faz, en la zona 18; en la Colonia Brisas de San Pedro Ayampuc, en el barrio La Esperanza en el Mezquital, en el municipio de San Juan Comalapa en Chimaltenango, en Coatepeque, en San Benito Petén, en Morales Izabal y en la granja penal Canadá y las Gaviotas.

A decir de Castillo, los jóvenes que han sido ex pandilleros tienen derecho a una segunda oportunidad, ya que cuando ellos experimentan el éxito ganan su dinero lí­cita y dignamente, reconocen que pueden salir adelante sin tener ví­nculos con las maras.

La Asociación Grupo Ceiba tiene tres ejes de intervención: la estrategia de la universidad en la calle, la cual busca formar lí­deres; la educación alternativa, que se trabaja con niños desde 2 a 6 años; pero también se imparte una primaria acelerada para adolescentes que han sido expulsados de institutos o escuelas públicas o que por razones de pobreza han dejado de estudiar; así­ también el programa de empresa educativa, el cual tiene la capacitación tecnológica de jóvenes en riesgo.

Castillo señala que uno de los principios que sustentan la asociación se basa en que después de que el joven tiene oportunidades en su vida, difí­cilmente volverá a la calle a cometer ilí­citos.

El director general indicó que es necesario que la población conozca las actividades exitosas en las que los jóvenes participan para cambiar sus condiciones de vida, y deje de estigmatizar a este sector de la población.

Cinco mil jóvenes han sido beneficiados por medio de los programas impulsados por la Asociación Grupo Ceiba, pese a que cuentan con pocos recursos. Esta organización sobrevive económicamente por medio de donaciones internacionales.

A decir de su representante, las actividades impulsadas disminuyen el número de jóvenes pandilleros, además de ofrecerles condiciones de vida digna.

Desafortunadamente sólo se conoce lo negativo de los jóvenes pandilleros o en riesgo. Sin embargo, Castillo indica que estos programas ayudan a que ellos se integren a la vida productiva en Guatemala, por ello debe hacerse pública la información sobre dicho tema.

De acuerdo con Castillo, los jovencitos han demostrado su capacidad con los premios obtenidos por su trabajo y esfuerzo, de los cuales se puede mencionar el otorgado por Energí­a Solar de Europa, así­ como por la creación de páginas web de empresas conocidas, entre otros.