Vehí­culos eléctricos


Los vehí­culos eléctricos nunca serán una realidad en Guatemala por el control o subsidio que mantiene el gobierno sobre la electricidad, que contradice todas las teorí­as de mercado.

Guillermo Castañeda Lee, CUI 1996 53836 1905

Qué pensarí­a usted si va al mercado y uno le pregunta a un vendedor que tiene una red con 300 naranjas que cuánto vale una naranja. Vale un quetzal cada una tata, le dice. Y si te compro las 300 naranjas  en cuanto me las das. Si me comprás las 300 te las doy en Q500.

Contrariado le dice el comprador, ¿pero como van a valer más de un quetzal cada una si te las compro todas? le dice. El diligente vendedor le dice: andá a comprar un kilovatio de electricidad tata, y te cuesta 50 centavos, pero si compras 300 te cuesta Q1.50 cada uno.

Vamos a hacer otras comparaciones pero los precios son figurados porque no los conozco. Si mantener una lí­nea eléctrica le cuesta a la empresa Q10 al mes, quiere decir que una persona que consume 10 kilovatios al mes, solo de mantenimiento tendrí­a que pagar Q1 por kilovatio, más el valor de la energí­a y todos los demás componentes que lleva el servicio.

Pero si una persona consume 100 kilovatios al mes, el recargo por mantenimiento serí­a de 10 centavos por kilovatio o sea que la electricidad debiera de salirle más barata por kilovatio.

Muchos responderán inmediatamente que es para los pobres, que es un servicio social, etc. Pero si lo miramos detenidamente el verdaderamente pobre ni luz tiene, sin embargo sí­ contribuye con este subsidio, por que nada nace del aire. Alguien tiene que pagarlo.

Además no hay ahorro para el pobre, pues las municipalidades se hartan con la tasa municipal, pues sea pobre, consuma menos o consuma más no lo aflojan de los Q60 mensuales.

En resumen quién va a querer tener un carro eléctrico si le va a subir el precio de la electricidad.