Vecinos de Ciudad Nueva, zona 2, refieren que el mayor problema, aparte del hundimiento, es la falta de comunicación con las autoridades, la «burla» de la Municipalidad y por no respetar el acuerdo de evitar el transporte pesado, entre otros.
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Marta de Rivera, una vecina de la 11 avenida y 10a. calle de esa zona, ve con preocupación que continúen circulando vehículos pesados en el área, cuando se había acordado que ya no transportarían por seguridad, lo que a su criterio, se convierte en «una burla» para los vecinos.
Aunado a ello, otros residentes refieren que se han enviado geólogos físicos y no ingenieros civiles, como debería ser lo adecuado para realizar una verificación minuciosa del problema.
Natalia Lemus, ve con preocupación los retumbos que se siguen originando, principalmente cuando hay movimientos telúricos, porque no puede concebir el sueño.
«Me preocupo porque los retumbos continúan, a veces ni puedo dormir, peor cuando hay temblores, uno cree que el agujero se va a hacer más grande», dice la vecina.
Consuelo de Chávez, por su parte, manifiesta su preocupación por la situación, aunque ella no vive «tan cerca» del agujero, sí percibe situaciones como las que describe Lemus.
De acuerdo con las personas entrevistadas, existe poca comunicación con las autoridades, que no proporcionan soluciones inmediatas para solventar el problema.
Situación aislada
Alejandro Casasola, representante de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), afirmó en una entrevista realizada por Emisoras Unidas, que los retumbos que escuchan los vecinos, no tiene conexión con el agujero.
Según se indica, un estudio realizado, permite identificar que no hay más cavernas, sin embargo, esta información ya fue trasladada a la Municipalidad de Guatemala para que verifique las acciones a emprender.
Diario La Hora intentó comunicarse con María José Salas, vocera de la Comuna Capitalina, sin embargo no contestó las llamadas.