Varios muertos en nuevo atentado suicida


Un policí­a y un soldado afganos custodian el sitio donde ocurrió el atentado suicida.

Once policí­as y siete civiles murieron hoy en un nuevo atentado suicida talibán en el este de Afganistán, mientras las tropas estadounidenses y británicas lanzaban una importante ofensiva en un bastión insurgente en el sur del paí­s.


El atentado ocurrió en el pueblo de Khogyani, cerca de la ciudad de Jalalabad, durante una reunión de responsables administrativos y policí­as que discutí­an sobre la lucha contra el opio.

Afganistán es el principal productor mundial de opio y los talibanes financian su insurrección con ese comercio.

Treinta y un personas resultaron heridas, indicó el ministerio del Interior en un comunicado antes de añadir que «este atentado prueba la relación entre la producción de opio y los cí­rculos terroristas».

Para la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ese atentado «ilustra de manera irrevocable la colaboración entre terroristas y traficantes de droga».

Algunos militares de la Alianza Atlántica estaban cerca del lugar del atentado pero ninguno resultó afectado, declaró el mayor Martin O»Donnell, portavoz de la ISAF.

El ataque se produjo mientras responsables de la administración local y policí­as explicaban a los habitantes del pueblo, sentados en el suelo, la necesidad de abandonar el cultivo de la adormidera, de la que se extrae el opio, contó a la AFP uno de los heridos, que fue conducido al hospital de Jalalabad.

«Los insurgentes atacaron disparando primero con armas ligeras y con lanzacohetes» antes de que un kamikaze hiciera estallar en el medio de la reunión, la bomba que llevaba consigo, explicó el mayor O»Donnel.

«Un joven se acercó diciendo que se querí­a inscribir en no se qué», recordó el herido que, a continuación, vio «una gran llama roja y una fuerte explosión».

«El atentado lo cometió uno de los nuestros, llamado Abdulá», declaró por teléfono un hombre que se identificó como el comandante talibán Qari Sajad.

Mientras tanto, en el sur, soldados británicos y marines estadounidenses lanzaron una nueva operación en la provincia de Helmand, feudo de la resistencia extremista talibán en Afganistán, informó el martes la ISAF en un comunicado.

La operación es la más significativa realizada en los últimos meses en la problemática región, dada la presencia de rebeldes islamistas y productores de opio y el hecho de que es fronteriza con Pakistán.

Su objetivo es «reforzar la seguridad de los civiles afganos» en el distrito de Garmser, agregó la nota.

La operación ha sido llamada «Azada Wosa», que significa «Sean Libres» en pashto, el lenguaje del sur y este de Afganistán.

Las unidades del vigésimo cuarto Cuerpo Expedicionario de marines involucradas en la acción tienen sus bases en la cercana provincia de Kandahar.