Variaciones acerca de diversos tópicos


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Generalmente me resisto a enfocar temas de actualidad que la mayoría de columnistas abordan, sobre todo compañeros de La Hora y regularmente desde una perspectiva similar a la mía, pero ahora que me visitó un periodista sudamericano con quien participamos conjuntamente con otros colegas latinoamericanos en seminarios realizados en Washington, Quito y Lima, bajo el patrocinio del BID, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la CEPAL, les comparto algunas interrogantes que me planteó y que yo procuré satisfacer su interés.

Eduardo Villatoro


Con Esteban Arismendi Franco coincidimos en criterios durante reuniones o cursos sobre temáticas referentes al crecimiento económico y desarrollo social de América Latina, y en esta oportunidad brotó la incredulidad de mi amigo en torno a ciertos acontecimientos acaecidos durante estos días en Guatemala, como la vergonzosa actuación del espléndido Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios, al suspender por un año en el ejercicio de su profesión a la jueza Yassmin Barrios.
 
Al contarle los antecedentes, mi colega (que también es abogado, aunque tampoco ejerce, como sucede con otros periodistas que estudiaron Derecho) no podía darle crédito que un órgano de esa categoría pudiera arrogarse funciones que son impensables que sucedan en otros países de la región, por subdesarrollados que sean, simplemente porque una sanción de esa naturaleza no le corresponde más que a instancias de organismos judiciales, previo procedimiento jurídico y administrativo.
 
Esteban me preguntó si yo conozco personalmente a los miembros del ente protagonista de este bochorno monumental y le respondí que hasta ignoraba sus nombres. Su reacción fue tan espontánea que me percaté que se aliviaba al decirme: “Menos mal que no tenés amigos de esa catadura” y agregó algunos epítetos menos livianos.

Arismendi también sacó a colación los señalamientos contra la Fiscal General, se extrañó de las descalificaciones contra muchos de los aspirantes al mismo cargo, pero no le concedía crédito que se tomaran con seriedad algunos pretendidos deméritos hacia la doctora Claudia Paz y Paz. Su extrañeza fue pasmosa cuando leyó el contenido de uno de los “comentarios” que emborrona cierto sujeto ultraderechista que me niego rotundamente a escribir su nombre. “¡¿Cómo es posible que se publiquen en un diario que se supone que disfruta de credibilidad y seriedad, semejante sarta de estupideces rayanas en la esquizofrenia hitleriana?!, exclamó.

También criticó los extremos de corrupción en el INDE, porque se enteró de la “renuncia” del gerente de esa empresa paraestatal, elogió el editorial de La Hora y artículos de Oscar Clemente y de otros columnistas de este vespertino, además de que conversamos sobre aspectos de la casta política y Esteban se explayó en conceptos de admiración por la geografía y paisaje del país y de la calidez de los guatemaltecos.  

(El metiche de Romualdo Tishudo le comenta a mi amigo Arismendi: -Fijáte que en Guatemala “eficiencia” es cuando una comisión política roba, ella misma se investiga  y luego se absuelve).