El escritor peruano Mario Vargas Llosa llegó este lunes a Lima, tres días después de recibir en Estocolmo el Nobel de Literatura 2010, cansado y agradecido y con el ánimo de volver a escribir tras dos meses de no poder hacerlo por las actividades relativas a su premio.
El escritor, de 74 años, dijo en conferencia de prensa en el aeropuerto de Lima que «estoy muy contento y agradecido de estar de vuelta en el Perú aunque les confieso, muy cansado. Estas semanas han sido muy intensas».
Dijo que el Nobel que recibió en Suecia es «un honor a la lengua en que escribe y al país del novelista».
Vargas Llosa, quien estaba acompañado por el ministro peruano de Cultura, Juan Ossío, dijo que su proyecto inmediato es volver a escribir.
«Tengo unas ganas enormes de volcarme en mi trabajo literario que lo tengo interrumpido desde el 7 de octubre (día en que se le anunció que había ganado el Nobel)», dijo el escritor.
Reconoció que recibir el premio «fue una revolución porque me ha puesto en el foco de la curiosidad mediática, muchas invitaciones… es difícil lidiar con esto, pero lo importante para mí sigue siendo mi trabajo».
«El Nobel me ha dado muchos amigos nuevos. Eso me ha conmovido mucho, y quizás va a mejorar mi idea del ser humano», dijo antes de señalar que «seguramente también me he ganado algunos enemigos».
La prensa local se mostró muy interesada en su posición frente a la próxima campaña electoral hacia la elección presidencial del 10 de abril de 2011.
«El Perú vive afortunadamente desde hace 10 años una democracia que desde luego no es perfecta pero que tiene un consenso en cuanto al modelo económico. Lo que me importa es que este modelo de los 10 años se mantenga, que sirva para mejorar lo que no es perfecto, y la mayoría de los candidatos garantiza esta continuidad», dijo Vargas Llosa.
El escritor dijo que sólo intervendría en política «si la democracia peruana se viera amenazada por las fuerzas de la dictadura, que tantos estragos hizo al país, si no me voy a mantener al margen».
Consultado sobre si era una referencia directa a Keiko Fujimori, la hija del ex presidente Alberto Fujimori, quien la semana pasada lanzó una candidatura a la que las encuestadoras le otorgan posibilidades, Vargas Llosa dijo que «por supuesto».
«Si la hija del dictador que está condenado a la cárcel por criminal y ladrón tiene la posibilidad de ser presidenta del Perú, voy a ser uno de los peruanos que va a salir a tratar de impedirlo con todos los medios legales. Creo que eso sería una catástrofe para nuestro país», dijo el escritor.
Alberto Fujimori, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000, cumple una condena de 25 años de prisión por cargos de violación a los derechos humanos y corrupción.
Fue Fujimori quien derrotó a Vargas Llosa en la elección presidencial de 1990, única actividad política profesional que realizó el escritor en su vida.
Vargas Llosa será objeto el próximo miércoles de múltiples homenajes por parte del Estado peruano.
Ese día será condecorado por el presidente Alan García con la Orden de las Artes y las Letras en el palacio de Gobierno.
Previamente, asistirá a la Casa de la Literatura, donde inaugurará el Congreso Internacional literario «Las cartografías del poder en la obra de Vargas Llosa».
Durante la tarde ofrecerá una rueda de prensa en el patio de las Artes del Museo de la Nación y a continuación participará en una mesa redonda sobre su última novela, «El sueño del Celta».
Vargas Llosa tiene previsto después viajar a Arequipa, su ciudad natal, donde se preparan diversos homenajes.