Vargas Llosa intentó escribir novelas eróticas


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Mario Vargas Llosa admitió el lunes que ha tratado de escribir novelas eróticas, pero sin el mismo éxito que E L James y su popular trilogía «Cincuenta sombras de Grey».

«No lo he leído», comentó con una sonrisa el escritor peruano laureado con el Nobel de Literatura durante una conversación con periodistas en la Sociedad de las Américas, en Manhattan. «Espero sea divertido».

Por CLAUDIA TORRENS NUEVA YORK / Agencia AP

Vargas Llosa aseguró que se quedó sorprendido en junio cuando presentó su última novela, «El sueño del celta», en Irlanda y vio la obra erótica de James en las vitrinas de todas las librerías. Los libros de la autora británica, una intensa historia de amor cargada de sexo y salpicada de sadomasoquismo, encabezan actualmente las listas de los más vendidos en países como Argentina, Colombia, Chile, España, México y Estados Unidos.

Cuando se le preguntó al escritor peruano si pensaba escribir una novela erótica, respondió: «He tratado de hacerlo pero sin el mismo éxito».

«Cuando una novela se concentra sólo en la experiencia sexual cae en la monotonía, en la repetición, se convierte en un mecanismo tedioso», respondió Vargas Llosa. «Sin embargo, en una gran novela el elemento sexual no puede desaparecer, al igual que el erotismo. Es muy difícil excluir al sexo porque el sexo es una parte muy importante de la vida humana. El erotismo es la expresión de la civilización, mientras que el sexo es brutal, algo animal».

El escritor charló con los medios de comunicación en la sede de la Sociedad de las Américas en Park Avenue, antes de hablar en el mismo lugar sobre su más reciente novela, «El sueño del celta», junto a la traductora de esta obra al inglés, Edith Grossman. La edición en inglés fue publicada este año por la editorial Farrar, Straus and Giroux.

En «El sueño del celta» Vargas Llosa recrea la vida de Roger Casement, un diplomático irlandés que denunció los abusos del sistema colonialista en el Congo belga.

El escritor de 76 años, autor de obras como «La ciudad y los perros», «La guerra del fin del mundo» y «La fiesta del chivo», explicó cómo vivió de niño y adolescente rodeado de «prejuicios sexuales».

«Descubrí que los bebés llegaban al mundo a los 10 años. Recuerdo que eso tuvo un efecto traumático en mí», dijo el autor en su conversación con Grossman. «En mi generación, en Latinoamérica, descubrimos el sexo tarde y de una forma tan tortuosa que el sexo se convirtió en algo central pero también en algo que nos provocaba miedo. Nunca tuvimos una relación normal con el sexo, si es que se puede tener».

La reflexión sobre el sexo está presente en sus novelas, explicó el autor, que hizo mención al machismo y la discriminación de la mujer como un problema «aún enorme» en Latinoamérica.

«Creo que ha habido una liberación en los últimos 50 años», dijo el escritor. «Sin embargo el sexo tortuoso que aparece en mis novelas tiene aún un componente de realidad en Latinoamérica».

Ataviado en un elegante traje negro, Vargas Llosa habló de forma distendida y a menudo hizo reír al público al recordar anécdotas de su carrera. También mencionó con frecuencia a William Faulkner, el escritor estadounidense que le influenció enormemente, y dijo que lleva un año escribiendo una novela cuya trama se desarrolla en Perú y de la que no ofreció más detalles pese a la insistencia de los periodistas.

El autor recordó además el 50o aniversario del llamado «boom» de la literatura latinoamericana que acaba de celebrarse y en el que destacaron autores como él, Gabriel García Márquez o Carlos Fuentes. Aquello fue un «reconocimiento a la literatura latinoamericana», dijo Vargas Llosa.

«Fue solidaridad, un sentimiento de formar parte de una comunidad, de cohesión entre Latinoamérica y España, fue una experiencia muy enriquecedora», expresó, aunque dejó claro que la palabra «boom» le parece un concepto «sin sentido» y hasta «peyorativo», ya que buena literatura ya existía en la década de 1930.

Siempre interesado en política, también dijo que espera que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no represente un retroceso en el avance democrático de México. El PRI ganó en julio las elecciones presidenciales de ese país.

«Espero que lo que se haya avanzado no vaya a retroceder: la libertad de expresión, la libertad de los partidos políticos, la existencia de una oposición sólida y activa en la vida política», dijo el intelectual. «Pienso además que eso es lo que desea la inmensa mayoría de los mexicanos».

En cuanto a Estados Unidos señaló que está contento con la relección del presidente Barack Obama a pesar de que Latinoamérica no es una zona de preocupación o enfoque para este país. Admitió que él hubiera votado por Obama si fuera ciudadano estadounidense y destacó que las relaciones entre la región y Estados Unidos han mejorado con su gobierno.