Varela: Cubanos tienen derecho a ser más libres


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Carlos Varela lo dice sin vacilar: Los cubanos tienen derecho a ser más libres, a vivir donde quieran y a pensar diferente.

Pero pese a sus crí­ticas al gobierno comunista de la isla y sus ansias de ver una Cuba modernizada, el cantautor de la Nueva Trova dice que seguirá viviendo en La Habana y que serí­a «muy cobarde» si abandonara a todos los jóvenes que están pendientes de él y de su carrera en su paí­s natal, donde asegura que existe una gran creatividad.

Por GISELA SALOMON
MIAMI / Agencia AP

«El pueblo de Cuba tiene derecho a ser más libre, a pensar diferente y a respetar ser diferente», manifestó Varela en una reciente entrevista.

«Todo cubano tiene derecho a vivir donde quiere, y a tener la libertad de salir y entrar donde quiera», sostuvo el músico de 48 años, conocido también como el «Bob Dylan de Cuba».

Varela dijo que en varias oportunidades las autoridades cubanas censuraron algunas de sus canciones para que no fueran escuchadas a través de la radio y la televisión, pero aseguró que jamás se autocensuró ni algún funcionario le dijo qué podí­an o no decir las letras de sus canciones.

«A mí­ nadie me ha podido decir nunca en Cuba qué puedo y que no puedo cantar, y dónde puedo y no puedo cantar», dijo Varela, quien en los años 80 comenzó a transitar profesionalmente por el mismo movimiento musical que habí­an iniciado a finales de los 60 Silvio Rodrí­guez y Pablo Milanés, entre otros.

Entre las canciones que en algún momento estuvieron censuradas en Cuba figuran «Guillermo Tell», «Tropicollage», «Cuchillo en la acera», «Leñador sin bosque» y «La polí­tica no cabe en la azucarera», dijo su representante, Carlos Iglesias.

Varela dialogó con la AP antes de comenzar una gira de nueve conciertos por Estados Unidos, que lo lleva por Los Angeles, Nueva York, Chicago y Miami, entre otras ciudades.

Es la tercera gira que el músico de Cuba realiza en este paí­s y tiene un sabor especial porque vuelve a Miami para realizar tres presentaciones a finales de junio.

Varela estuvo por primera vez en Miami —donde vive la mayor comunidad de exiliados cubanos del mundo— en 1997 y ésta serí­a su cuarta presentación. En los conciertos ofrecerá canciones de su último álbum «No es el fin», junto con una recopilación de temas anteriores.

Para el músico —que en el 2004 debió cancelar una gira por Estados Unidos porque Washington no le concedió la visa para viajar— Miami tiene un sabor especial, algo así­ como sentirse en una provincia de Cuba.

«Es absolutamente diferente al resto de los Estados Unidos … son conciertos muy emocionantes», explicó Varela, y dijo que ni bien baja del avión en el aeropuerto de Miami los agentes de inmigración lo reconocen y el público le pide que pose para una foto.

«Es algo realmente especial, incluso a pesar de la tormenta que te puedan crear ciertos sectores» por el hecho de que uno vive en Cuba, expresó en alusión a grupos de disidentes cubanos que se oponen a la presentación en Estados Unidos de músicos que viven en la isla.

Vestido de negro y con su cabellera cubierta por una gorra tejida del mismo color, Varela apenas dejaba traslucir su mirada fija a través de los lentes oscuros.

En la entrevista realizada en una oficina de Miami, el músico cubano ofreció tres razones fundamentales por las que sigue viviendo en Cuba: el «peso tremendo» de tener enterrados allí­ a sus padres, la creatividad que existe en Cuba y que él siente estando allí­, y el hecho de que se siente libre en la isla.

«Yo siempre me he sentido un hombre libre, siempre he dicho lo que pienso», aseguró Varela, y señaló que al igual que él «hay mucha gente con un pensamiento totalmente independiente» que vive en Cuba.

Varela, cuya canción «Una palabra» fue incluida en la pelí­cula «Man on fire» protagonizada por Denzel Washington y Dakota Fanning, asegura que Cuba es un paí­s en el que desborda la creatividad y el arte.

«Das una patada a una piedra y salen músicos por todos lados, poetas, músicos, cantautores», expresó.

Tal vez por ese lazo tan fuerte que siente con su arte y su paí­s, es que Varela confí­a en que la música puede derribar barreras entre el pueblo de Estados Unidos y el de Cuba.

Y por ello alienta un mayor intercambio de artistas a ambos lados de la frontera.

«Más allá de los desencuentros entre los gobiernos de ambas orillas, no se puede interrumpir el intercambio cultural … no podemos pasar tantos años viviendo tan lejos y tan cerca», aseguró Varela. «Los músicos y artistas cubanos y norteamericanos podemos conseguir lo que en 50 años no han conseguido los polí­ticos: darnos la mano».