Vals con Bashir


La guerra, cualquiera que sea el motivo, es absurda, nada la justifica; a despecho de lo que muchos dicen, que para la segunda guerra mundial si habí­a motivos. Al final, la mayorí­a de los muertos son inocentes, gente que no puede escapar a los bombardeos indiscriminados, ellos se quedan sin casa, son desplazados, el precio a pagar es alto, las cicatrices imborrables.

Fernando Ramos

Históricamente Israel ha sido un pueblo guerrero, desde los tiempos de Jehová Dios de los ejércitos, ellos invadí­an pueblos, los sometí­an, todo porque Yo soy los enviaba, era la forma de encontrar la tierra prometida; amparados en la palabra de divina, está escrito en el antiguo testamento. Independientemente del tema religioso, las disputas geopolí­ticas han sido motivo frecuente para que el pueblo escogido entre en guerra.

A principios de la los ochentas, en el siglo XX, Israel invadió Lí­bano. Bajó el nombre de Paz para Galilea, se emprendió la operación que tuvo como consecuencia el bombardeo de Beirut, durante dos meses, todo terminó con la masacre de miles de personas.

Ari Folman es un cineasta israelí­ a quien le remuerde la conciencia aquel suceso (participó en la invasión a Beirut, él tení­a 19 nueve años), y se lanzó a plantearlo en la pelí­cula «Vals con Bashir», fascinante experimento fí­lmico, realizado en dibujos animados, por así­ decirlo.

Se trata de una especie de documental, en donde el director se reúne con un ex compañero de batalla, quien le narra un sueño recurrente acerca de lo ocurrido en Lí­bano. Luego de ese encuentro, una serie de recuerdos vienen a su mente y detonan lo que, en el discurso del filme, se convierte en la reconstrucción de su memoria.

El protagonista emprende un viaje, por diversas lugares fí­sicos, pero principalmente dentro de sí­ mismo; un viaje de descubrimiento, de toma de conciencia, de ajuste de cuentas. Folman mira hacia adentro y se asquea (en una entrevista atina a decir: No entiendo como la gente puede matar a otros por un pedazo de tierra), por eso decide mostrarlo, por medio de imágenes oní­ricas, surrealistas, cargadas de lirismo trágico.

Las descripciones visuales y los diálogos son inteligentes, capaces de evocar los sentimientos de los involucrados en la historia; jóvenes de veinte años, algunos más otros menos, quienes en desesperado mecanismo de defensa decidieron borrar de su mente aquellos hechos, pero la investigación del realizador los hace enfrentarlos de nuevo, al tiempo que él mismo encuentra sus propias respuestas, y algunas más para el espectador.

«Vals con Bashir» es una producción alegórica y oportuna, imprescindible en el momento actual, cuando se ve desde lejos la invasión a Gaza, sin entenderlo. No es sobre tal conflicto, pero es sobre la guerra y sus implicaciones, es la mirada de alguien que sabe, de un israelí­ que señala algunos desmanes, y que asume las consecuencias. Difí­cil tarea, por donde quiera que se le vea.

Fue merecedora de varios premios internacionales, incluido el Globo de Oro a mejor pelí­cula en habla no inglesa; el Oscar también le espera.

FICHA Tí‰CNICA


DIRECTOR

Ari Folman

PRODUCTORES

Ari Folman

Serge Lalou

Gerhard Meixner

Yael Nahlieli

Roman Paul

GUIí“N ORIGINAL

Ari Folman

MíšSICA

Max Richter

EDICIí“N

Nili Feller

DISTRIBUCIí“N

Sony Pictures Classics

Bridgit Folman Film Gang

Les Films d»Ici

Razor Film Produktion GmbH

FECHAS DE ESTRENO

13 de mayo de 2008, en Cannes

5 de junio de 2008, en Israel

25 de diciembre de 2008, a nivel mundial

DURACIí“N

Noventa minutos

PAíSES

Israel

Alemania

Francia

Estados Unidos

IDIOMA

Hebreo

COSTO

2,000,000 dólares

GANACIAS

8,107,724 dólares