Valioso aporte de la CICIG en Caso Siekavizza


Oscar-Clemente-Marroquin

Pocos casos me han afectado tanto personalmente como el de los niños Siekavizza, porque como abuelo siento angustia en forma constante por la suerte de los dos pequeños cuyo paradero sigue en el misterio.

Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt


Como padre comparto y entiendo perfectamente la angustia por Cristina, sobre todo con esa sensación tan dolorosa de que por ella no hay mucho más que hacer, pero sinceramente me cuesta mucho borrar de la cabeza la imagen de Roberto José y María Mercedes, niños que tienen la edad de algunos de mis nietos, y la preocupación por las huellas que en su vida dejará esta crucial etapa que están viviendo.
 
  Ayer, volviendo al país vi las fotos de los dos niños con su gesto de sonrisa inocente en las casetas de Migración y en la misma fila revisé un correo electrónico que mandó Diego Álvarez, vocero de la CICIG, informando sobre el papel que la Comisión Internacional Contra la Impunidad está jugando en ese caso, y pensé que ojalá toda esa experiencia y conocimiento que tienen los expertos de la Comisión puedan servir para resolver este caso abriendo nuevas líneas de investigación porque, por ejemplo, no es posible que el cuñado de Barreda esté tranquilamente sin ser ligado a proceso cuando él acompañó a René Rodas a sacar cosas de la vivienda, según consta en las actuaciones procesales.
 
  No existe el crimen perfecto y con suficiente voluntad y determinación se puede lograr esclarecer un hecho como este. Y así como dos cabezas piensan mejor que una y cuatro ojos ven mejor que dos, la cooperación de la CICIG que consiste en apoyo técnico y criminalístico que “ha consistido en la elaboración de informes de análisis de información, realizados por analistas de la CICIG y presentados al Ministerio Público, para que sea el ente acusador el que valore la pertinencia de los mismos”.
 
  En otras palabras, el análisis de la información que se ha logrado recabar puede permitir nuevas vías para avanzar seriamente en la investigación y dar con el paradero de los niños, que constituye en este momento el desafío más grande, más urgente y absolutamente necesario. Por supuesto que hay que localizar a quien se pinta como el principal villano en este drama, el padre de los niños y principal sospechoso de la muerte de Cristina Siekavizza, pero al margen de que sea absolutamente necesario que se aplique la justicia mediante un proceso bien diligenciado, lo que no puede esperar más tiempo es la localización de los niños porque cada hora que pasa con ellos viviendo en ese tremendo estado de confusión que debe haberles generado el abrupto cambio en su vida, deja una huella imborrable que entiende cualquier estudiante de psicología.
 
  La presencia el pasado domingo de la esposa del Presidente en la marcha contra la violencia que afecta a la mujer y que se manifestó alrededor del drama de la familia Siekavizza es otro hecho alentador porque se sabe que luego del cambio de gobierno ha habido un mayor interés de las autoridades por investigar este caso. La familia sintió poco apoyo de las autoridades en el gobierno anterior y ahora tanto en el ministerio de Gobernación como en el entorno mismo del Presidente de la República, muestran mejores intenciones y deseos de cooperar para lograr resultados.
 
  Si a eso sumamos que la CICIG puede hacer aportes muy profundos del análisis de todas las actuaciones procesales y de las informaciones que se han recabado en el transcurso de estos meses y al compartirlas con el Ministerio Público da mayores luces, puede uno sentir que hay ligeros avances, muy ligeros aún, pero importantes en contraste con lo que venía ocurriendo.