Vacuna experimental del sida reduce el riesgo de infección


Un paciente enfermo de sida espera en un hospital de Tailandia por su tratamiento. Médicos tailandeses y estadounidenses han desarrollado una vacuna contra el sida, que podrí­a reducir en un 33% el riesgo de contraer el virus del VIH. FOTO LA HORA: AFP SAEED KHAN

Investigadores estadounidenses y tailandeses anunciaron hoy en Bangkok haber elaborado una vacuna experimental que reduce en un tercio el riesgo de infección por el virus del sida y da nuevas esperanzas a los cientí­ficos.


Visto a través de un microscopio se observa el virus del VIH. FOTO LA HORA: AFP INSTITUT PASTEUR

La nueva vacuna reduce el riesgo de infección en casi la tercera parte, explicaron los cientí­ficos del ejército de Estados Unidos y del ministerio de Salud de Tailandia, que realizaron el mayor ensayo de vacunación del mundo, a más de 16.000 voluntarios.

«Es la primera demostración de que una vacuna contra el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) puede proteger contra la infección», afirmó el coronel Jerome Kim del programa de investigación del ejército norteamericano en una conferencia de prensa en Bangkok.

«Se trata de un gran progreso cientí­fico y nos da esperanzas de que en el futuro sea posible una vacuna globalmente eficaz», agregó.

La vacuna es una combinación de dos anteriores que no habí­an reducido la infección en forma independiente, y los investigadores dijeron que ahora están estudiando por qué las dos vacunas aparentemente funcionaron juntas.

El estudio combinó la vacuna ALVAC, fabricada por Sanofi-Aventis de Francia, y AIDSVAX, originalmente producida por VaxGen y actualmente fabricada bajo licencia por Global Solutions for Infectious Diseases.

«En el 31,2% de los casos, la vacuna reduce el riesgo de infección», indica un comunicado de los investigadores.

«Este resultado representa un gran progreso, pues se trata de la primera vez que hay una prueba de que una vacuna contra el virus de inmunodeficiencia humana tiene una eficacia preventiva», señala dicho texto.

La vacuna fue probada en voluntarios -todos hombres y mujeres negativos al VIH de 18 a 30 años- en dos provincias tailandesas cerca de Bangkok a partir de octubre de 2003.

La mitad recibió la vacuna y la otra mitad un placebo. De los voluntarios que recibieron el placebo, 74 en un total de 8.198 resultaron infectados, en comparación con 51 en un total de 8.197 que recibieron la vacuna.

El ministro de Salud tailandés, Witthaya Kaewparadai, dijo que «el resultado de este estudio es un gran progreso cientí­fico».

El sida fue conocido por el gran público en 1981, y desde entonces ha causado la muerte de al menos 25 millones de personas en todo el mundo. Otros 33 millones de personas viven con el sida.

El embajador de Estados Unidos en Tailandia, Eric John, dijo en la conferencia de prensa en Bangkok que el ensayo de esta vacuna tuvo «resultados increí­bles y nos llevó un paso más cerca de una vacuna contra el VIH».

Desde Ginebra, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONUSIDA declararon el jueves con prudencia su «optimismo» luego del anuncio de esta vacuna experimental.

«Todaví­a queda mucho por hacer», advirtieron estas dos organizaciones de la ONU, destacando que todaví­a falta determinar la duración de la protección, si la vacuna puede ser administrada en otras partes del mundo, y si es eficaz en otros subtipos del VIH.

Esta vacuna tiene «un efecto protector modesto», señalaron en un comunicado la OMS y ONUSIDA, agregando sin embargo que estos resultados son «una nueva esperanza».

Desde Parí­s, Sanofi Pasteur, el departamento de vacunas del grupo Sanofi-Aventis, consideró el jueves que los tests de esta vacuna constituyen «una primera demostración» de que una vacuna contra el VIH puede «convertirse en una realidad».

Ese test mostró que el protocolo de vacunación estudiado era «bien tolerado y parcialmente eficaz en la prevención de la infección de VIH», indicó en un comunicado el laboratorio farmacéutico, que produce la vacuna ALVAC utilizada para la primera inyección.

Esto constituye «una etapa cientí­fica destacable», agregó el laboratorio.

OMS/ONUSIDA Optimismo «prudente»


La Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONUSIDA declararon hoy con prudencia su «optimismo» luego del anuncio en Bangkok de la elaboración de una vacuna experimental capaz de reducir en un tercio de los casos el riesgo de contaminación con el virus del sida.

«Todaví­a queda mucho por hacer», advirtieron estas dos organizaciones de la ONU, destacando que todaví­a falta determinar la duración de la protección, si la vacuna puede ser administrada en otras partes del mundo, y si es eficaz en otros subtipos del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

Esta vacuna, elaborada por investigadores estadounidenses y tailandeses, tiene «un efecto protector modesto» (31,2% de las 16 mil personas estudiadas en Tailandia), señalaron en un comunicado la OMS y ONUSIDA, agregando sin embargo que estos resultados son «una nueva esperanza».

Las vacunas de este tipo que presentan «niveles modestos de eficacia parecen no ser más que instrumentos complementarios de otras estrategias destinadas a cambiar los comportamientos y las normas sociales, a promover la utilización correcta y razonada del preservativo, el acceso al material de inyección seguro, así­ como la circuncisión», destacan la OMS y ONUSIDA.

Desde Parí­s, Sanofi Pasteur, el departamento de vacunas del grupo Sanofi-Aventis, consideró el jueves que los tests de la vacuna contra la infección por el virus del sida realizadas en Bangkok constituyen «una primera demostración» de que una vacuna contra el VIH puede «convertirse en una realidad».

Ese test mostró que el protocolo de vacunación estudiado era «bien tolerado y parcialmente eficaz en la prevención de la infección de VIH», indicó en un comunicado el laboratorio farmacéutico, que produce la vacuna ALVAC utilizada para la primera inyección.

Esto constituye «una etapa cientí­fica destacable», agregó el laboratorio.

«Aunque modesta, la reducción del riesgo de infección por el VIH es estadí­sticamente significativa», destacó Michel DeWilde, vicepresidente de investigación y desarrollo de Sanofi-Pasteur. Según DeWilde, «se trata de la primera demostración concreta, desde el descubrimiento del virus en 1983, que una vacuna contra el VIH puede un dí­a convertirse en realidad».

Esta operación, presentada como la más importante efectuada hasta la fecha para fabricar una vacuna contra el sida en el mundo, fue realizada por el ministerio de Salud de Tailandia y el ejército estadounidense, y financiada por el gobierno de Estados Unidos.