Vacaciones seguras, ¿Por cuánto tiempo?


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Bueno… se llegó el anhelado tiempo de vacaciones de verano con ocasión de rememorar la vida, pasión y muerte de Jesús, ahora para gozo de muchísimas personas, en especial de los políticos y gobernantes de turno, no sabrán de problemas, no se les interrumpirá su “merecido” descanso y alejamiento de la realidad.

Fernando Mollinedo


Llegó el momento, busquen yinas, caites o sandalias, a relajarse se ha dicho e inician los brindis. ¡Sí, señores! Vacaciones de Semana Santa para todos con sus operativos de seguridad listos para inundar las autopistas, es imposible no reírse con los patrones tan reciclados que utilizan para esta época; cada intersección huele a policía y la periferia de nuestro país goza con efímeros patrullajes que nunca antes disfrutaba.

Pero… ¿Por cuánto tiempo la población gozará de “vacaciones seguras”? ¡Ocho días! ¿Y el resto del año qué? Desprotegidos, porque la mayoría de elementos policiales volverán a las ciudades; ¿por qué no desplegar una fuerza de seguridad durante todo el año tal como la que trabaja en estas vacaciones? Estamos viendo que ¡sí se puede! Que sí hay elementos suficientes, ¿entonces…?

La propaganda oficial sugiere que el país está bien protegido por las  fuerzas policiales y que vivimos en paz, eso es una locura total, sabemos que no es cierto, lo demuestran los más de quince asesinatos diarios que van desde los disparos a la cabeza hasta los crueles desmembramientos, desde los asaltos al transporte colectivo hasta el asesinato a los automovilistas desde las motocicletas. 

La “percepción” del presidente al respecto de la criminalidad, es normal en las personas que gobiernan el país; para ellos no “hay clavo”, todo está por solucionarse, mientras tanto, la población sigue siendo masacrada por 1)   delincuentes comunes (ladrones, rateros, cristaleros, roba emblemas de autos, carteristas, extorsionistas, sicarios, y otras “profesiones” delictivas), 2)  delincuentes organizados (narcos, trata de personas, hueveo de niños, adopciones ilegales, robo de propiedades, entre otras) y 3) bandas de delincuentes de cuello blanco integradas por funcionarios de gobierno en los distintos ministerios y direcciones generales, fondos, fideicomisos, alcaldías y también por los empresarios de toda clase y calaña abanderados por las empresas transnacionales.

Los funcionarios aseguran que nuestro presente va para mejor; pero vivimos en un mundo con dos realidades, la de ellos y la real que manipulan según el antojo político del momento. Vemos en redes sociales y periódicos artículos sobre ejecuciones, secuestros y una “percepción” de la violencia que sigue acomplejando a la mayoría de habitantes de Guatemala.

Pretende el gobierno encandilarnos con una semana de seguridad cuando el referente político al más alto nivel comete tremendas aberraciones políticas ¿Qué señal manda el juicio común? Muy fácil: No salgamos porque la cosa está fea. La población sufre mientras los delincuentes, todos, la desangran y aprovechan el momento. Aquí, amanece diariamente con crímenes que devuelven el peor modus operandi de los años de la guerra.

Concluimos: Cuidado con la realidad pues estamos a años luz de disfrutar la tranquilidad.