URNG o la mazorca desgranada


Sociólogo

Cualquier planteamiento sobre el partido Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca ?URNG-, debe asumir que esta organización se constituyó durante la guerra civil de 36 años que sufrió Guatemala, por lo tanto su surgimiento se da en la clandestinidad y como un proyecto estratégico de los cuatro grupos guerrilleros. En este sentido pasó de la lógica polí­tica de la guerra, a la lógica polí­tica partidaria en el juego de «la democracia». Parece obvio, pero hay que decirlo, este partido se constituyó de forma diferente que el resto y quizá esto haya marcado la forma de su desarrollo institucional, tanto sobre lo positivo como sobre lo negativo.

Julio Donis

La URNG reunió, en su momento, a las cuatro organizaciones guerrilleras a partir de 1982, fecha en que se forma como organización polí­tico-militar, aquellas fueron, el Ejército Guerrillero de los Pobres, EGP; las Fuerzas Armadas Rebeldes, FAR; la Organización del Pueblo en Armas, ORPA y el Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT.

Contra el poder de los militares

La segunda observación que hago se refiere al desarrollo y legado de su adscripción ideológica de izquierda, me explico; la URNG surge como respuesta contestataria a un contexto polí­tico polarizado que abarcaba la escena mundial y que en Guatemala presentó una realidad dramática de represión estatal con el subsecuente cierre de toda participación polí­tica-social. En ese marco, la URNG se constituyó en el impulsor de una lucha contra el poder de las dictaduras militares y de sectores oligárquicos, en la clandestinidad y en guerra. Destaco esto, porque fue así­ que a partir de su lucha se fue constituyendo en el depositario de esa construcción histórico polí­tica. Visto ese legado en el tiempo pareciera correr el riesgo de desaparecer, no sólo como pensamiento de izquierda, sino, también como organización polí­tica partidaria.

Señalado lo anterior, paso a comentar en más detalle al partido. Cuando URNG suscribe los Acuerdos de Paz, también firma su ingreso al sistema polí­tico partidario que recién tení­a para ese momento diez años de reconstituido, en lo que se ha llamado transición a la democracia. He aquí­ el primer desafí­o para esta organización: reincorporación a la vida civil versus construcción de una organización partidaria; militancia guerrillera en un proyecto «revolucionario» versus militancia partidaria. A la vista de estos años, el dilema antes descrito requerí­a un adecuado liderazgo que supiera administrar todo tipo de demandas, desde materiales hasta polí­ticas, en una organización con amplia base organizativa que cambia de lógica de la noche a la mañana.

Más importante aún el dilema que presentó el nuevo escenario a partir de 1996 con la firma de la paz, demandó adecuarse a las nuevas condiciones de la democracia manteniendo la posición original sin embargar la dignidad histórica. El nuevo contexto parecí­a indicar que no todo se podí­a asimilar al mismo tiempo, y que el nuevo reto requerí­a de una gran madurez polí­tica por parte de los cuatro lí­deres para lograr administrar las nuevas caras del poder en estas nuevas condiciones.

Las elecciones de 1999 fueron la segunda prueba para este partido que participó en el marco de la coalición Alianza Nueva Nación (ANN). En ese momento optaron por un candidato externo a sus filas e invitan al ingeniero ílvaro Colom. Es así­ como la ANN se convierte en la plataforma que lanza a Colom a la arena eleccionaria, y logran un significativo tercer lugar. A partir de esa experiencia, el partido se involucra entonces en 2001 en la tarea de llevar a cabo su primer Congreso Ideológico, el cual tuvo como ejes primordiales el contexto internacional; las perspectivas de la Revolución Guatemalteca; la estrategia de la URNG y el partido revolucionario que Guatemala necesita.

Crisis interna

En el año 2002 la URNG experimentó una crisis interna que desembocó en la fragmentación y salida de la «corriente revolucionaria», liderada por el ex comandante Pablo Monsanto que posteriormente llegara a formar el partido ANN. Este hecho fue significativo porque constituyó la separación de uno de los grupos fundantes de la URNG. Esto mismo establece uno de los puntos más complejos que ha enfrentado este partido porque remite a la aspiración, de cohesionar y mantener sobre una misma fuerza polí­tica, cuatro visiones que si bien anhelaron cambios estructurales, también tuvieron métodos y formas diferentes de concebir aquellos cambios, los cuales en la práctica no trascendieron a una sola visión.

En términos de fortaleza institucional, URNG declara en sus estatutos que se consideran revolucionarios y socialistas, basados en la justicia social, el bienestar de la persona, respetuosa de los derechos humanos y la libertad. Además, el partido ha hecho importante trabajo en la formación de cuadros, y a nivel de organización resalta la Secretarí­a de la Mujer, atendiendo el dilema de la representación sociodemográfica de Guatemala. Sobre su coherencia polí­tica son relevantes las posiciones partidarias hechas públicas sobre distintos temas, marcando no sólo su posición, sino su propuesta. Esta práctica deberí­a ser asumida en todos los partidos.

Finalmente pienso que para esta sociedad guatemalteca, es tarea fundamental desprejuiciar lo que se entiende por izquierda. La izquierda chapina no se circunscribe sólo a la URNG, el sentir e identificarse con ese pensamiento y práctica va más allá de este partido. Ser de izquierda significa concebir la realidad desde una posición diferente. Hasta que eso no suceda, un partido como URNG tiene el camino cuesta arriba y muchos de nosotros también.