El presidente colombiano, ílvaro Uribe, pidió este miércoles a sus compatriotas «no temerle a la verdad» de los nexos entre políticos tradicionales y jefes de los escuadrones de ultraderecha, divulgados en los últimos días en medio de una gran polémica.
«No hay que temerle a la verdad sobre la parapolítica y no habrá que temerle a la verdad sobre el apoyo político a la guerrilla (…) estimular la verdad no es estimular el odio sino la reconciliación, que debe darse sobre bases sólidas», aseguró Uribe en un evento público en Bogotá.
«Ojalá florezca la verdad, para que en Colombia emerja una reflexión, para que los colombianos, al conocer todos la verdad, tomemos íntima determinación, de lucha por una Colombia en la que nunca más haya guerrilla, en la que nunca más haya paramilitares, en la que se acabe el narcotráfico y la corrupción», añadió.
Los jefes de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) culminaron en abril un proceso de paz con el gobierno de Uribe, al cabo del cual, según cifras oficiales, 31.000 combatientes entregaron las armas.
Unos 6.000 paramilitares desmovilizados, entre ellos 59 jefes, están a la espera de ser procesados por delitos de lesa humanidad. Varios de ellos han confesado haber tenido en el pasado nexos con políticos tradicionales entre los que se encuentran varios de los actuales congresistas.
El Congreso aprobó una ley de justicia y paz que, entre otras garantías, contempla penas de entre cinco y ocho años como máximo para los paramilitares que sean condenados por esos delitos.
Pero, para que puedan acceder a esas garantías, deberán confesar los crímenes cometidos y reparar a sus víctimas.