Las investigaciones de la Dirección de Asistencia y Atención al Consumidor, DIACO, sobre los sorpresivos aumentos hasta de un 50 por ciento en los precios de las medicinas, han puesto al descubierto la purulencia del sistema neoliberal, bajo la farsa de la economía del libre mercado.
La DIACO estableció, según las declaraciones de su directora, Silvia Escobar, los ilegales incrementos así como una publicidad engañosa de supuestos descuentos del 35 por ciento para sorprender la buena fe de los consumidores.
Son numerosos los casos de medicamentos con precios alterados, especialmente algunos destinados al tratamiento de enfermedades crónicas. Entre las primeras medidas correctivas, sobresalen multas por el monto de 182 mil quetzales a cada una de las cuatro principales cadenas de farmacias, en las cuales se verificaron las alzas inmoderadas.
Asimismo, se les fijó un plazo que vence hoy para que reduzcan los precios de los fármacos, además de reintegrar a los compradores, las cantidades de dinero que les cobraron en exceso.
La Directora de la DIACO, explicó que en caso de incumplimiento, se pedirá la intervención del Ministerio Público para promover las correspondientes acciones judiciales por la Comisión del Delito de Especulación.
En este asunto de los sobreprecios de las medicinas, el Procurador de los Derechos Humanos, Magister Jorge Eduardo de León Duque, también ha jugado un papel de primer orden, pues ha acompañado las actividades de la DIACO, para que las empresas farmacéuticas no sigan lucrando con la pobreza y la salud del pueblo de Guatemala.
Por supuesto que el caso de las medicinas no es el único, pues también se ha registrado una grosera escalada de precios en muchos de los artículos de la Canasta Básica, particularmente en los productos alimenticios.
La Asociación de Periodistas de Guatemala, APG, emitió un comunicado expresando su protesta por el aumento de precios de las medicinas, a la vez que exige a las autoridades del Ministerio Público que agilicen las respectivas denuncias contra las empresas responsables.
Dentro de este contexto, urge la aplicación de un estricto y adecuado control de precios, pues sin duda, se trata de acciones puramente especulativas, destinadas a enriquecer a un reducido grupo de empresarios.