El beneficioso efecto que el consumo de alcohol tiene sobre las arterias del corazón y el cerebro es algo que, si se convierte en una recomendación formal de la medicina, fácilmente tendrá efectos detrimentales. Es que, si se recomienda que se consuma por lo menos una, pero no más de dos unidades de licor al día, se encontrará una excusa para beber con más liberalidad y el alcoholismo pasará a ser un problema mucho más serio de lo que ahora es.
Recordemos que una unidad de licor equivale a una y media onza de licor duro, cuatro onzas de vino y a ocho onzas de cerveza.
Ese mismo tipo de problema surgiría ahora que se investiga más a fondo el papel de la marihuana en la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
En el número correspondiente a abril-mayo 2007 del Scientific American aparece un artículo intitulado «Retardando la Demencia» (Staving off dementia) en el que se informa del aparentemente más efectivo papel de la marihuana en la prevención del Alzheimer al compararlo con los tradicionales inhibidores de la colinestarasa que uno actualmente prescribe.
El tetrahidrocannabinol (THC) que es el principio activo de la marihuana, actúa sobre el cerebro de manera diferente, de manera que si se utilizara tempranamente se detendría el progreso de esa temida enfermedad. El doctor Kim Janda, del Instituto de Investigación Scripps de La Jolla, California, y la doctora María De Ceballos, del Instituto Cajal en Madrid están actualmente involucrados en esa investigación cuyos resultados finales se conocerán cuando se estudie poblaciones como la holandesa en donde el consumo de marihuana es libre.
Los doctores Janda y De Ceballos, reconocen, con temor, los efectos que tendría en las sociedades del mundo esos hallazgos. Por ello, afirman, que aún cuando se llegara a confirmar sus beneficios, el consumo habría de limitarse a aquellos que están predispuestos al Alzheimer tales como los que tienen antecedentes familiares y en quienes se ha confirmado que son portadores de esos genes. Sin embargo, también habrá de reconocerse que no será muy difícil para alguien a quien se le principian a olvidar las cosas, encontrar una razón para fumarse sus pitos.
Por todo ello es que el consumo de marihuana, en el mundo, tendrá un repunte, y, ello beneficiará, en mucho, a los narcotraficantes. Nuevamente insisto, y por enésima vez repito que la medida más sensata, es liberar la producción y el consumo de esa droga, pero ello requeriría medidas revolucionarias y valientes que nuestros paisitos y sus presidentitos nunca se atreverían a promover.
Es frecuente que en mi consultorio los pacientes me pidan algo para la memoria porque todo se les olvida, pero, ahora, la cosa se me complica porque no sé, si además de sus dos copas de vino para el corazón tendré que recordarles una su fumadita después de desayuno y de almuerzo para que a la salida de la clínica no se olviden de preguntarle a d. Beatriz cuánto es lo que me deben por la consulta.