El descubrimiento de tres cadáveres mutilados desató una ola de choques sectarios en el centro de Siria en los que murieron al menos 30 personas el fin de semana, un peligroso aumento de la violencia derivada del alzamiento popular en el país, dijeron hoy activistas.
BEIRUT / Agencia AP
Las muertes fueron un indicio preocupante de que la revuelta contra el régimen del presidente Bashar Assad está inflamando las tensiones entre la volátil mezcla de religiones en el país. La mayoría de los sirios son musulmanes suníes, pero Assad y la elite gobernante pertenecen a la secta minoritaria alauita.
Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Londres, dijo que la violencia comenzó el sábado luego de que se descubriesen los cadáveres descuartizados de tres alauitas partidarios del gobierno en Homs, una ciudad que se ha convertido en el eje focal de la sublevación.
Al día siguiente, seis cadáveres de miembros de diversas sectas fueron hallados en la ciudad, en lo que pareció ser resultado de acciones de venganza, dijo un residente de Homs. Entonces matones partidarios del gobierno conocidos como shabiha abrieron fuego en barrios suníes en Homs, señaló el residente.
Hasta 40 negocios fueron vandalizados o quemados, agregó.
«Fue una catástrofe; la situación pudo haberse salido de control fácilmente», dijo, y añadió que las cosas se tranquilizaron el lunes, pero las tensiones siguen muy altas.
Otro activista dijo que entre los muertos estaban una mujer de 27 años, madre de tres niños, que fue baleada cuando salía de su casa, y un hombre de unos 50 años que fue alcanzado por un proyectil cuando estaba en un balcón.
«Yo estuve en el funeral del hombre ayer; todo lo que él hizo fue salir a su balcón», dijo el activista, y agregó que civiles habían comenzado a establecer retenes en los caminos para proteger sus barrios.
El Observatorio de Derechos Humanos y un activista sirio en Homs estimaron que la cifra de muertos llegó a 30 y dijeron contar con los nombres de las víctimas. Otro activista en Homs dijo desconocer si el número de muertos es tan elevado como para sumar 30 y sugirió que la cifra real estaría aproximadamente en la mitad.
Los activistas en Homs hablaron a condición de mantener el anonimato por temor a sufrir represalias.
Grupos defensores de los derechos humanos dicen que más de 1.600 personas, en su mayoría civiles desarmados, han sido asesinadas en la represión del gobierno contra los manifestantes que demandan un cambio de régimen. El gobierno disputa la cifra y dice que la violencia es causada por matones y extremistas religiosos, y que grupos extranjeros la están azuzando.
Se piensa además que unos 350 soldados y policías han muerto en la violencia.