Las fuerzas afganas e internacionales mataron a unos 20 talibanes en el marco de sus operaciones para reforzar la seguridad con miras a la elección presidencial de agosto próximo, afirmaron el jueves las autoridades afganas y el ejército estadounidense.
Nueve guerrilleros, incluyendo a un comandante, perdieron la vida el miércoles en un ataque contra su escondite, situado en la provincia de Wardak, bajo influencia talibán a pesar de encontrarse cerca de Kabul, anunció el gobierno de la provincia.
El ejército norteamericano confirmó esta operación en un comunicado, sin dar un balance, y se limitó a indicar que su objetivo era «el presunto escondite de un comandante talibán responsable de varios ataques» contra sus soldados.
Esta fuente agregó que sus fuerzas también realizaron una operación y eliminaron una «amenaza» en la provincia de Ghazni (sur), sin dar más precisiones.
Más al sur, en la provincia de Helmand, el ejército de Estados Unidos informó que mató a «varios rebeldes» en una operación que no parecía vinculada a la que fue efectuada al mismo tiempo por los soldados británicos en esa provincia.
Por su parte, el ejército afgano señaló que mató a ocho insurgentes en una operación con las fuerzas de la OTAN en la provincia de Farah (oeste). La policía afgana indicó que mató a otros tres en la vecina provincia de Herat.
Ninguno de esos balances pudo ser confirmado con una fuente independiente.
Actualmente, las tropas afganas e internacionales realizan operaciones para reforzar la seguridad en varias provincias inestables del país, incluyendo a Helmand, con miras a los comicios presidencial y provincial del país.
La violencia guerrillera aumentó en los dos últimos años a pesar de la presencia de casi 90.000 soldados extranjeros, y en las últimas semanas alcanzó cifras sin precedentes desde la caída de los talibanes.