Michael Hill necesitaba un programa de doctorado flexible que le permitiera conservar su trabajo de tiempo completo como administrador en la Universidad Lincoln, así que eligió una oferta en línea con otra institución.
Con esa experiencia, Hill intenta ahora emprender un programa por internet en su propia institución.
La Lincoln es una de varias universidades de alumnado históricamente negro (HBCUs por sus siglas en inglés) que no ha incursionado en el mercado de la cibereducación, un terreno en auge que podría ser particularmente lucrativo para las escuelas orientadas a ese sector de la población estadounidense.
Los negros representaban en 2007 alrededor del 12% de la matrícula total de la educación superior y el 21% del alumnado en las instituciones de paga, muchas de las cuales tienen servicio de enseñanza mediante internet, dijo el Consejo Estadounidense sobre la Educación en un informe difundido este año.
Tom Joyner, presentador de un programa radiofónico y cuyo público es predominantemente negro, opinó asimismo que el mercado de la educación por internet tiene potencial.
El impulsor y filántropo que desde hace décadas ha alentado de manera histórica la asistencia de los negros a universidades ha invertido casi siete millones de dólares para la puesta en marcha de HBCUsOnline.com, una empresa de servicios educativos que administra su hijo.
«Mi padre se dio cuenta desde muy al principio que muchos de los estudiantes que recurrían a la educación por internet eran parte de sus radioescuchas», dijo Tom Joyner hijo. «Esos radioescuchas podrían recibir un mejor servicio (educativo) con HBCUs».
Aunque las universidades para negros apenas reciben a 11% del estudiantado de color, las tradiciones y legados de esas instituciones mantienen su resonancia en toda la comunidad negra de Estados unidos.
Es lógico que esa escuelas pretendan reconquistar estudiantes de escuelas de paga como la Universidad de Phoenix, dijo Richard Garret, director administrativo de la firma consultora Eduventures.