Unión Europea se acerca a oposición en Ucrania


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Hace dos semanas, la jefa de política exterior de la Unión Europea asistió a una cumbre en Lituania, donde cortejó al presidente de Ucrania con propuestas de tratos preferenciales con el bloque comercial más grande del mundo.

Por RAF CASERT, BRUSELAS, Agencia AP

Esta semana, Catherine Ashton estuvo en la Plaza de la Independencia de Kiev con manifestantes que pretenden derrocar al gobernante.

La UE busca mejorar su posición después que Ucrania rechazó un acuerdo con Europa a favor de una alianza rival con Rusia. La campaña para seducir al presidente Viktor Yanukovych se ha convertido en una campaña más matizada para trabajar con los dos bandos de la disputa que tiende a volverse más enconada en Ucrania.

Las imágenes de Ashton del brazo del dirigente opositor ucraniano Arseniy Yatsenyuk ilustran claramente que la UE ha visto una nueva oportunidad en las manifestaciones que han dividido a esa ex república soviética.

«El pueblo de este gran país merece algo mejor», declaró Ashton el miércoles en Kiev.

Sin embargo, el gesto de Ashton también pone de relieve que en la batalla geopolítica por el rumbo de Ucrania, hasta ahora Moscú ha superado en rapidez y fuerza a la UE, de 28 naciones.

Durante años, la UE no satisfizo las enormes expectativas que Ucrania había depositado en ella y Yanukovych hizo pagar al bloque al rechazar el acuerdo de cooperación comercial y política que él se había comprometido a firmar.

Durante una recepción en la cumbre en Vilna, la canciller alemana Angela Merkel, con una copa de vino en la mano, reprendió a Yanukovych: «Esperamos más».

El presidente ucraniano pudo haber dicho las mismas palabras, subrayó Michael Emerson, del Centro para Estudios de Política Europea.

«(Yanukovych) pudo haber respondido, ‘yo, también’. Pudo haber devuelto la pelota», dijo Emerson, especialista en Ucrania en el centro de estudios con sede en Bruselas.

Sin embargo, incluso después del rechazo de Yanukovych, han continuado las conversaciones. El jueves en la mañana, Ashton dijo al cabo de una reunión con el presidente en Kiev que «Yanukovych me dejó claro que tiene intención de suscribir el acuerdo de asociación».

Moscú y Bruselas tienen planes propios para Ucrania desde el derrumbe de la Unión Soviética en 1991.

Los europeos occidentales tuvieron su mejor oportunidad ante Ucrania después de la «Revolución Naranja» de 2004, cuando las protestas populares obligaron a desconocer los resultados de una elección opacada por el fraude y surgió en el país un nuevo gobierno que miraba hacia occidente, hacia la UE.

Sin embargo, en lugar de aprovecharla y extender el gran gesto de ofrecer la esperanza de la adhesión, la UE recomendó cautela y un enfoque gradual burocrático que frustró a los ucranianos.

Ucrania había solicitado su ingreso para 2015, sin embargo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, respondió que «en la Unión Europea, los estados miembros no están dispuestos a asumir nuevas obligaciones de adhesión».