La Unión Europea (UE) terminó hoy en Bruselas su última cumbre con 25 miembros, antes de pasar en 2007 a tener 27 países con la entrada de Rumania y Bulgaria, y marcar en los siguientes años una pausa en el ambicioso proceso de admisiones.
Los jefes de Estado y gobierno de la UE –que en 2004 aumentó de 15 a 25 integrantes– debatieron «en profundidad sobre la ampliación» de una Europa en crisis, tras el rechazo francés y holandés a la Constitución Europea, y con una opinión pública reacia a un bloque cada vez menos cohesionado.
«La estrategia de la ampliación» debe tener en cuenta «la capacidad de la Unión de absorber a nuevos miembros», subrayan las conclusiones de la cumbre, iniciada ayer.
Y los futuros aspirantes deben poseer «la disposición y la capacidad de asumir íntegramente las obligaciones de la pertenencia a la Unión», añade el texto.
«Europa crece y se ensancha», constató el jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. «Somos más, pero debemos ser mejores», subrayó sin embargo, reconociendo implícitamente que la UE será ahora más cuidadosa en su expansión.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, fue terminante sobre esas futuras ampliaciones, que no son una «decisión diplomática, sino una decisión democrática».
Los candidatos «tendrán que respetar todos los criterios» de admisión, advirtió tras una cena ayer con los gobernantes del bloque.
Esa inflexibilidad equivaldrá de hecho a un freno en la futura ampliación de la UE. Además, el Consejo Europeo confirmó hoy la congelación parcial de las negociaciones para el ingreso de Turquía, debido al rechazo de Ankara de abrir sus puertos y aeropuertos al tráfico chipriota griego.
Lanzada en marzo de 1957 con la firma del Tratado de Roma por parte de seis países (Alemania Federal, Bélgica, Francia, Holanda, Italia y Luxemburgo), la UE no ha cesado de ampliarse progresivamente en el último medio siglo, hasta llegar a 27 miembros en enero próximo.
La UE debería seguir creciendo, aunque más lentamente, con la entrada prevista de Croacia hacia 2010, y más tarde de Macedonia (candidata oficial), y Albania, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Serbia (precandidatos).
Como muy pronto, dentro de 10 ó 15 años, podría ser admitida Turquía, un país constitucionalmente laico pero mayoritariamente musulmán y cuyo ingreso suscita grandes polémicas en el Viejo Continente.
Sin embargo, «las ampliaciones han sido una sucesión de éxitos para la Unión Europea y para toda Europa. Han contribuido a la superación de la división de Europa y a la paz y la estabilidad en todo el continente», se destaca en esas conclusiones.
Durante la cumbre, España y Luxemburgo, dos de los países que han ratificado la Constitución Europea, propusieron reunir el 26 de enero en Madrid a los Estados miembros que avalaron ese texto para buscar una salida al bloqueo en esta cuestión.
También a instancias de España, la cumbre de la UE subrayó asimismo «la importancia de las cuestiones de migración» y reconoció que la política comunitaria del área se basa «en la responsabilidad compartida entre la Unión Europea y sus Estados miembros».
«Este Consejo Europeo ha sido uno de los más satisfactorios de los últimos tiempos», dijo Zapatero al término de la cumbre. «En un año se ha creado una política europea de inmigración», se felicitó.
Más de 30.000 clandestinos africanos llegaron en 2006 por mar al archipiélago español de Canarias.
En las conclusiones, de 33 páginas, la UE deploró por otra parte que «Oriente Próximo hace frente a una de sus peores crisis en varios años», condenó la «negación, total o parcial, del Holocausto» y rechazó por ello «firmemente (…) los objetivos de la conferencia sobre el Holocausto organizada por las autoridades iraníes».
Esta cumbre de Bruselas cerró la presidencia finlandesa en la UE. Alemania asumirá el relevo en el primer semestre de 2007.