El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hizo un llamado a poner fin a las violaciones en contra de la niñez que vive en situaciones de conflicto, que sufre de reclutamiento, utilización, violencia sexual, muerte y mutilaciones.
Un informe de la entidad calificó como especialmente aborrecible la tendencia continua de atacar los centros de estudios, los cuales deberían ser refugios seguros y protegidos donde niños y niñas puedan aprender y crecer para alcanzar su máximo potencial.
El documento pone en relieve los incidentes en varios países donde las escuelas y los trabajadores de la educación han sido agredidos, lo que coloca en situación de riesgo la vida de la infancia, menoscaba su derecho a la educación y da como resultado la reducción de la matriculación y altas tasas de abandono escolar, especialmente entre las niñas.
Guatemala aunque no vive un conflicto armado, la violencia y la narcoactividad son dos flagelos que amenazan a la población estudiantil; según datos de la Policía Nacional Civil (PNC), más de 15 mil estudiantes de 28 planteles educativos están en riesgo, sólo en la capital.
La información, publicada en Prensa Libre, señala que la amenaza para estas instituciones educativas son las bandas delincuenciales que venden drogas y reclutan a la infancia y la adolescencia para que integren pandillas, además de provocar riñas callejeras.
Las acciones delincuenciales y los altos niveles de criminalidad contra escuelas motivaron la creación del programa Escuelas Seguras, que cubre 28 de estos lugares, sin embargo, al menos otros 60 planteles han pedido protección policial por los constantes hechos delictivos en sus alrededores.
La situación es preocupante también en los departamentos, donde se han reportado casos que han consternado a toda la población, como el sucedido el año pasado en Tactic, Alta Verapaz, donde dos menores de edad fueron asesinados dentro de las aulas de la escuela.