Los cuerpos de socorro informaron que entre el 31 de diciembre de 2011 y el 1 de enero de 2012, 27 personas resultaron con quemaduras por juegos pirotécnicos, aunque en el informe también sobresalen personas adultas, la mayoría son niños.
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Los Bomberos Municipales, Municipales Departamentales y Voluntarios, dieron a conocer que un porcentaje de las emergencias cubiertas, fueron para atender a las personas quemadas por pirotécnicos.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios atendió 6 emergencias el 31 de diciembre, y 11 el 1 de enero, por quemaduras de juegos pirotécnicos. En 2011 cubrió 30 sucesos relacionados a esta causa.
Los Bomberos Municipales Departamentales atendieron por lo menos a 9 personas. Un recuento de la Policía Nacional Civil (PNC), también da cuenta que en Izabal, un infante fue atendido al estallarle un mortero en la mano.
Los Bomberos Municipales, por su parte, destacaron en un informe preliminar que un infante fue afectado por un pirotécnico.
Según los datos oficiales, el niño es Abel Moisés Rosales Maxir, de 8 años, quien presentaba quemaduras de primer y segundo grado en la mano derecha, sí como laceraciones.
El infante manipuló de forma incorrecta un pirotécnico, fue trasladado a la pediatría del hospital Roosevelt, donde fue acompañado por su padre, Alfredo Rosales.
El suceso se registró en el Lote 39, Manzana “Lâ€, Linda Vista, jurisdicción de Ciudad Quetzal.
Aunque no se toma en cuenta esta estadística, los socorristas municipales también dieron a conocer que una mujer adulta ingresó a un nosocomio por quemaduras, así como un niño de 2 años, a quien le cayó agua caliente.
Los paramédicos indicaron que a pesar de las recomendaciones y advertencias emitidas para evitar sucesos de este tipo, los adultos continúan permitiendo que sus hijos manipulen inadecuadamente juegos pirotécnicos, incluso no existe supervisión de los mismos.
La Fundación para Niños Quemados, destacó recientemente, que durante las vacaciones de fin de año, los niños sufren mayormente quemaduras, por electricidad, juegos pirotécnicos, agua caliente, entre otros.
Según indica, es necesario que los adultos supervisen a sus hijos y no los dejen solos, expuestos a sufrir algún hecho inesperado por las causas en mención, pues la recuperación y el monto para restablecer la salud del afectado, son difíciles de superar.
SUPERVISIONES
La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), realizó una serie de supervisiones en lugares donde se comercializan los productos pirotécnicos.
Vendedores consultados en la zona 13 y 9 indicaron que estaban anuentes a colaborar para evitar siniestros o tragedias, sin embargo, en otro aspecto, destacaron, que la población demanda constantemente morteros de alto poder y canchinflines, a pesar de estar prohibidos.