LA CASA DEL MIGRANTE, UBICADA EN EL PASO FRONTERIZO DE TECíšN UMíN, EN EL MUNICIPIO DE AYUTLA, SAN MARCOS, RECIBE DIARIAMENTE ENTRE 20 Y 25 PERSONAS, QUE VAN DE PASO HACIA LOS ESTADOS UNIDOS O SON DEPORTADAS POR LAS AUTORIDADES DE LA REPíšBLICA DE Mí‰XICO.
Celeste Orozco, coordinadora de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de San Marcos, manifestó que la cantidad de migrantes ha disminuido, lo que se atribuye al paso de las tormentas Agatha y Alex, que aumentaron el volumen de las aguas de los ríos y ocasionaron derrumbes, deslaves y otras obstrucciones de los caminos.
En todo caso, la referida Casa destinada para los viajeros, los provee de alimentación y alojamiento por tres días y en ocasiones les proporciona ropa, calzado y medicamentos, y cuando lo amerita brinda asesoría jurídica y los acompaña a los centros de justicia.
La entrevistada comentó que la Movilidad Humana impulsa un programa educativo, dirigido a la población, especialmente a los familiares de trabajadores en los Estados Unidos o a quienes deseen viajar a ese país, tendiente a ilustrarlos, llevarles información acerca de las implicaciones que tiene la travesía y el conocimiento sobre los derechos de los migrantes.
Para mantener el vínculo con las familias y las organizaciones de mujeres, jóvenes y autoridades comunitarias, se organizan reuniones y foros para la discusión de temas acerca de la libertad de locomoción, el conocimiento de las leyes nacionales y algunas internacionales y los lugares a donde deben dirigirse en caso de peligro.
La Casa del Migrante enfatiza acerca de los peligros que afrontan durante la travesía, como asaltos, cobros ilegales de parte de los elementos policíacos, engaños y extorsiones a familiares, abusos y violaciones sexuales; en los Estados Unidos las leyes los criminalizan y se registran deportaciones continuas.