Una tormenta amenaza el Golfo


Imagen de un video proporcionado por BP, que muestra el petróleo brotando sin control el 24 de junio. AFP PHOTO / BP

Las autoridades se preparaban hoy para la llegada de una tormenta tropical que podrí­a minar los esfuerzos por sellar la fuga de petróleo en el Golfo de México, mientras el costo de la marea negra no dejaba de crecer y se derrumbaban las acciones de BP.


Los trabajadores de BP implementan técnicas variadas para controlar la expansión del petróleo. Chris Graythen / Getty Images / AFP

En la Bolsa de Londres, la acción de BP, que estaba en fuerte baja desde comienzos de la sesión, habí­a caí­do 8,99% a 296 peniques hacia las 10H10 GMT, cayendo así­ bajo la barrera de 300 peniques por primera vez en trece años.

Esta nueva baja lleva a 55% el derrumbe del precio del grupo petrolero desde el naufragio a fines de abril de la plataforma Deepwater Horizon que BP explotaba en el Golfo de México, lo que dio lugar a la peor catástrofe ecológica de la historia de Estados Unidos.

BP anunció el viernes que sus gastos vinculados a la marea negra del Golfo de México se elevan hasta ahora a 2.350 millones de dólares.

Esta suma incluye el conjunto de los gastos efectuados por el grupo para contener y limpiar el petróleo, la perforación de pozos de auxilio, la ayuda suministrada a los estados ribereños, los daños y reembolsos, y el dinero pagado a las autoridades federales, detalló BP.

El grupo británico, que se comprometió bajo presión de la Casa Blanca a separar 20.000 millones de dólares para indemnizar a las ví­ctimas del derrame, repitió que es demasiado pronto para cifrar el costo final de la catástrofe.

Una posible tormenta tropical amenaza además las costas estadounidenses del Golfo de México. Los meteorólogos anticipan que fuertes vientos barrerán la región durante el fin de semana o a comienzos de la semana próxima sin poder decir cuál será la potencia del ciclón.

«Eso será una novedad y no hay manual de uso», dijo Thad Allen, el jefe de la Guardia Costera de Estados Unidos, consultado por la cadena CNN sobre la llegada de este fenómeno natural.

«Se ha estado haciendo una extraordinaria cantidad de planeamiento entre la gente del comando nacional del incidente y los mandos en el terreno», agregó Allen en momentos en que la temporada de tormentas tropicales y de huracanes está comenzando en la región del Golfo.

Tras haber ensuciado las costas de Luisiana, Misisipi y Alabama, la marea negra ahora amenaza Florida, uno de los destinos turí­sticos más importantes del mundo con 80 millones de visitantes al año.

Las autoridades decidieron el jueves prohibir el baño en el noroeste del Estado, desde Perdido Key, en el lí­mite de Alabama, hasta la playa de Pensacola y la isla de Santa Rosa, unos 70 km más al este.

«Hay petróleo en el agua y en la arena. Se ha izado la doble bandera roja sobre las playas, lo que significa que está prohibido bañarse», indicó Warren Bielenberg, director del Parque Nacional de las Islas del Golfo.

Las autoridades pusieron en marcha operaciones para impedir que el petróleo alcance las playas de Florida, que cuenta con 2.000 km de costas, fuente de ingresos y de empleos para el turismo y la pesca, aún más importantes en un perí­odo de dificultades económicas.