Una suma de interrogantes


Fabio Cannavaro forma parte del centro de la defensa italiana, considerada muy veterana para el Mundial. FOTO LA HORA: AFP Filippo MONTEFORTE

La defensa, base de las estructuras de las selecciones italianas por historia, esta vez está llena de interrogantes para su entrenador Marcello Lippi, quien afronta la defensa del tí­tulo mundial logrado hace cuatro años sin la seguridad del pasado.


Los Cannavaro, Buffon, Zambrotta y compañí­a habí­a levantado un muro casi infranqueable en Alemania: dos goles encajados en siete partidos, obras de Zacardo en contra y de Zidane, de penal en la final.

Hoy, si quiere parecerse, la Nazionale, que arranca su Mundial el lunes contra Paraguay en Ciudad del Cabo (sur), deberá mostrar eficacia. Aunque por lo visto en los últimos partidos, eso parece difí­cil.

En dos amistosos de preparación, frente a México (derrota 2-1) y luego contra Suiza (1-1), recibió más goles que en todo el Mundial-2006.

Globalmente, su defensa ha sido maltratada y desnudada de debilidades por atacantes mexicanos y suizos, que no figuran entre los más peligrosos del planeta.

Sí­mbolo del declive, Fabio Cannavaro, de 36 años. Tras una temporada mala con la Juventus, el Balón de Oro 2006 parece haber perdido su extraordinario sentido de posicionamiento y de anticipación. Encima, ya no puede competir con la velocidad de los rápidos atacantes que lo podrí­an poner en dificultad.

Pero es el capitán y sólo una lesión podrí­a marginarlo del equipo de Lippi.

A su costado, Marcello Lippi aún no tiene decidido quién lo acompañará. Giorgio Chiellini, su socio de la Juve, serí­a la elección más lógica, pese a los 56 goles encajados por los «bianconeri» en 38 partidos de Serie A, esta temporada.

Para el seleccionador italiano, Chiellini es el hombre que brinda mayor seguridad, pese a una lesión (pantorrilla izquierda) que complicó su preparación.

El zurdo puede jugar también como lateral izquierdo, un puesto en el que Fabio Grosso, uno de los héroes de 2006, fue descartado, y la nueva esperanza italiana Domenico Criscito (Génova) parece un poco justo.

Por lo tanto, un casi debutante irá de titular: Leonardo Bonucci (3 selecciones/Bari) o Salvatore Bocchetti (5 selecciones/Génova), que podrí­an jugar en la zaga contra los paraguayos.

Pero es una apuesta un poco alta para este nivel, ya que ninguno de los dos tiene un mí­nimo de experiencia de Champions, por ejemplo.

Por la banda derecha, Gianluca Zambrotta, otro héroe de 2006, también acabó una temporada mediocre con el Milan. Pero su reemplazante, Christian Maggio (Nápoles/5 selecciones), es muy bueno en ataque, pero frágil en defensa.

La única certeza que tiene Lippi abajo tiene nombre y apellido: Gianluigi Buffon, único que parece no haber perdido los reflejos en cuatro años, cuando Italia tocó el cielo con las manos.