Una semana


Desaparición. La esposa (C) del copiloto del avión que se perdió en Indonesia, llora junto a otros familiares.

A pesar de un importante dispositivo de búsqueda con medios cada vez mayores, las autoridades indonesias no conseguí­an aún hoy ubicar un Boeing 737 desaparecido desde hace una semana con 102 personas a bordo.


Las operaciones de búsqueda, en la tierra y el mar, se realizaban en una vasta zona de la isla de Célebes.

«La búsqueda continúa hoy concentrándose en zonas que ya fueron rastreadas anteriormente. Las búsquedas no se han extendido geográficamente, pero son más minuciosas», explicó Eddy Suyanto, portavoz de la fuerza aérea indonesia.

Hoy, cuatro helicópteros debí­an sumarse a otros aviones que ya estaban operando, precisó en Macassar, la gran ciudad del sur de la isla de Célebes (también llamada Sulawesi), desde donde se coordinan las operaciones.

Cuatro aviones habí­an despegado antes para sobrevolar las regiones que ya habí­an sido rastreadas en la ví­spera, con una esperanza de mejor visibilidad.

«Cubrimos siempre las mismas zonas que ayer (domingo), confirmó Tri, un responsable de los socorros de la base aérea Hasanuddin de Macassar.

El Boeing 737-400 de la compañí­a indonesia Adam Air partió el lunes pasado de Surabaya (isla de Java) con destino a Manado (Célebes), pero no llegó a su destino.

En total, 96 pasajeros se encontraban a bordo, incluyendo a tres norteamericanos -85 adultos y once niños-, más seis tripulantes.

Seis naví­os de la marina indonesia, algunos de ellos equipados de sonar, navegaban en la zona en busca de indicios.

En total, unos 2.700 policí­as, militares y socorristas participaban en las operaciones de localización.

Un equipo de expertos en aviación norteamericanos llegó el sábado para participar en la búsqueda.

Estados Unidos también propuso explotar sus imágenes de satélites para tratar de ubicar el aparato. Singapur, de su lado, envió un avión Fokker-50 para participar en las operaciones.

La búsqueda fue retrasada el martes por el anuncio de que se habí­a ubicado los restos del aparato, una información que resultó ser falsa pero que fue difundida por responsables indonesios.

Ayer y hoy se organizaron oraciones en las iglesias y las mezquitas para rogar por que el avión fuera ubicado.

Las familias de las ví­ctimas del accidente admití­an sin embargo haber perdido toda ilusión sobre las posibilidades de ubicar a sobrevivientes.

Los accidentes de avión no son raros en Indonesia, un inmenso archipiélago de más cinco mil kilómetros de largo. También ocurre que los aparatos desaparecidos sean encontrados meses o incluso años después, sobre todo en el caso de los aviones pequeños.