Una Navidad diferente


Editorial_LH

Hoy, a lo largo y ancho del mundo, conmemoramos lo que nosotros aquí en La Hora hemos llamado la fiesta del amor porque para los cristianos no hay muestra más grande que la de Dios al enviarnos a su Hijo para sufrir a fin de enseñar el camino de la salvación que es el de la justicia.


Y si Dios nos envió a su Hijo, ¿qué no estamos llamados a hacer nosotros para darles a los nuestros un futuro mejor? En la Navidad afloran los sentimientos en una forma especial y como no pasa en ninguna otra época en el año, pero es importante que hoy tratemos de reflexionar para determinar cuál es el papel para el que estamos en esta tierra.
 
 Tenemos muchas razones por las que debemos luchar y tenemos muchos motivos para sentir una inspiración que nos permita creer que desde las raíces de nuestras familias, acompañados de la mano de Dios, podemos incidir para tener un futuro mejor en un país que se merece más de lo que la gente le hemos querido dar.
 
 Hoy es un momento de compartir en familia y de tener presente que así como habremos muchos que lo podremos hacer, existirán otros que por necesidad, trabajo e incluso por seguridad, no podrán compartir con la totalidad de su familia más cercana y por eso es importante valorar el hecho de poder pasar la fiesta con los seres más queridos.
 
 Cómo no pensar en los migrantes, que ya sea por una migración al extranjero o a lo largo y ancho del país, se sacrifican con el afán de ofrecerles a sus familias la oportunidad de tener una vida digna y al menos decorosa. Cómo no pensar en las miles de familias que han perdido a un ser querido, más en aquellos que han sufrido por una vorágine de violencia que ha venido afectando al país por décadas, enlutando los corazones de millones de guatemaltecos.
 
 Cómo no pensar en los enfermos, sus acompañantes y cuidadores que hacen sacrificios que ni siquiera podemos imaginar, viviendo los designios de Dios con alegría y fe. En los pobres que no ven la manera de romper ese círculo generacional de la pobreza. Por todos ellos y nosotros, es que hacemos una llamado para que esta Navidad sea diferente a las pasadas, en el sentido que reflexionemos respecto al papel que cada uno puede jugar y que analicemos si lo hemos desempeñado al máximo de nuestras posibilidades.
 
 Ojalá en esta noche de celebración por el nacimiento de Jesús, podamos proponernos luchar con fe y devoción por un país más justo, incluyente, seguro y generador de oportunidades. Que Dios los bendiga y que tengan una muy feliz Navidad.

Minutero
Que la Paz del Señor
nos acompañe esta noche
y que siempre de amor
podamos hacer un derroche