Una mujer con valor


Una mujer que sabe que lo importante para poder sobresalir en Guatemala es estudiar, así­ es Malvina, a quien el tiempo no ha sido causa para desistir de seguir aprendiendo más; actualmente estudia periodismo profesional en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), donde ya se graduó de Abogada y Notaria, Maestra de Educación Media y Psicóloga, y su pasión fundamental es estudiar.

Eddy Coronado
ecoronado@lahora.com.gt

Las mujeres guatemaltecas demuestran siempre la fortaleza que tienen para enfrentarse a la vida, y ante cualquier circunstancia logran sobresalir, por ello, una mujer con valor y fortaleza para continuar estudiando así­ como lo es Malvina, nos cuenta un poco de su vida.

Pregunta: ¿A los cuántos años se casó?

Respuesta: A los 22 años de edad

P.: ¿Cuántos hijos tiene?

R.: Tres mujeres, que ya están felizmente casadas.

P.: ¿Cómo comenzó todo?

R.: Me gradué de Maestra de Educación Primaria Urbana en el Instituto de Señoritas Belén.

P.: ¿Luego de graduarse, qué hizo?

R.: Después que me gradué de maestra, me fui a trabajar a un Instituto de Sololá en el municipio de San Andrés Semetabaj, allí­ conocí­ a mi esposo y luego me casé y dejé unos años sin estudiar, pero después entré a la escuela de Psicologí­a, aunque primero estuve en la Facultad de Humanidades, pero se separó la escuela de Psicologí­a y me gradué de profesora de Enseñanza Media y Psicologí­a.

P.: ¿Qué pasó al momento de casarse?

R.: Después que trabajé en San Andrés Semetabaj, alrededor del año 63, me casé y me vine a vivir a la capital. Aquí­ trabajé y fui directora, pero también saqué una maestrí­a de Psicologí­a en la Universidad Francisco Marroquí­n.

P. : ¿A qué fue lo que se dedicó después?

R.: Trabajé como psicóloga en el Hospital Militar y en La Asociación Protectora del Niño, casi eran simultáneos los trabajos, alternaba con la carrera y trabajaba en los dos lados pero también dividí­a mi tiempo para mi hogar. Decidí­ no sacar un doctorado en Psicologí­a y cambié de carrera y me pasé a la Facultad de Derecho de la Usac, soy abogada y notaria, puedo casar, pero no me gusta divorciar, porque lo que yo uní­, no me gusta separarlo.

P.: ¿Qué fue lo que la motivó para estudiar locución?

R.: Trabajé en la defensorí­a protectora de los Derechos de la Mujer y siempre llamaban de las radios para hacer entrevistas y siempre tení­a que atenderlas yo. Sólo me faltaba la tesis para graduarme de abogada y comencé a estudiar en la Escuela de Ciencias de la Comunicación y ahora ya me gradué de locutora el año pasado. Ahora estudio periodismo profesional para aprender un poco más.

P.: ¿Cómo decide enfocarse tanto en estudiar?

R.: Mi papá siempre me decí­a que tení­a que prepararme; la vida es una competencia y uno tiene que estar preparado para competir, porque de lo contrario se van las oportunidades. Yo tomé la decisión de estudiar derecho porque trabajé en Psicologí­a Clí­nica y cuando alguien se querí­a divorciar me pedí­an que les hablara del divorcio y yo no sabí­a nada. Entonces dije: «yo no sé nada del divorcio porque no quiero» y comencé a asistir a las clases en la Facultad de Derecho; en lugar de escuchar las clases del divorcio, mejor me inscribí­.

P.: ¿Cuál fue su motivación?

R.: La motivación de haber estudiado derecho fueron las preguntas que me hací­an de qué era el divorcio. Y estudié locución porque cuando trabajaba en Derechos Humanos, a las entrevistas en las radios me mandaban a mí­. Después, pensando que si hay periodismo hablado y escrito y tení­a la oportunidad de continuar, pues seguí­ estudiando.

P.: ¿Cómo pudo llevar el hogar, el trabajo y estudiar al mismo tiempo?

R.: Me casé con un hombre que fue muy abierto, cuando nos conocimos ninguno de los dos nos habí­amos graduado de la universidad y siempre tení­amos esa libertad, porque me tení­a confianza.

Yo siempre le decí­a que tení­a un carácter muy fuerte, pero los dos trabajábamos y estudiamos al mismo tiempo, más que todo, lo esencial fue la confianza y la libertad que me dio mi esposo, eso es algo que los hombres tienen que aceptar, porque el hogar en el que la mujer estudia siempre gana. Porque además de servir de ejemplo a los hijos, fomenta en ellos el que también sean profesionales y que aprovechen el tiempo, por ejemplo de mis hijas; la más pequeña es médico y la grande es Licenciada en Ciencias Jurí­dicas y Sociales y mi otra hija estudió veterinaria pero se fue a los Estados Unidos.

P.: ¿Cómo fue su relación con su esposo?

R.: Fue una relación muy bonita y de mucho apoyo, él ya tiene ocho años de haber fallecido.

P.: ¿Qué mensaje les darí­a a las parejas que miran difí­cil seguir estudiando?

R.: La verdad es que estudiar no es fácil, porque al final es como un trabajo y es necesario tener voluntad, pero como yo les decí­a a mis alumnos, ¿cómo quieren trabajar, en la sombra o en el sol?

Cuando uno trabaja tiene un salario, pero cuando uno estudia también tiene un salario y son los puntos, si yo quiero puedo ganar mucho, pero si no quiero sólo vengo a pasear, pero al final eso tiene resultados.

P.: ¿Si pudiera cambiar Guatemala que cambiaria?

R.: Que exista más comunicación y comprensión, porque Guatemala no es el mapa son las personas que viven aquí­, el responsable de los problemas no es el Gobierno, cada cual tiene que saber dirigir su familia porque en cada hogar hay un presidente y una primera dama.

P.: ¿Cómo lo harí­a?

R.: Yo les dirí­a que cambiemos todo nuestro pensamiento, que seamos positivos y no comencemos con el negativismo, porque somos lo que pensamos; el estudio de la autoestima señala que primero pienso, luego lo digo y después lo hago. Si yo pienso que soy bueno, me siento bueno y actúo como bueno. En primer lugar todos somos buenos. Guatemala es buena a través de sus personas.

SEMBLANZA


Nombre: Aura Malvina Zelada de Medina

Profesión: Profesora de Enseñanza Media en Psicologí­a,

Lic. en Psicologí­a,

Maestrí­a en Psicologí­a Clí­nica,

Abogada y Notaria,

Locutora profesional

y dos diplomados en derechos de las mujeres

Actualmente estudia:

Periodismo profesional y canto en el Conservatorio Nacional Música

«Estoy tan acostumbrada a estudiar que el dí­a que ya no lo haga, me va a hacer falta»
Para nosotros en Diario La Hora, es importante valorar el esfuerzo y trabajo que cada guatemalteco hace dí­a a dí­a, para superarse, apoyar a su familia y contribuir con el paí­s. Por este medio, reconocemos su labor, la agradecemos y, sobre todo, la valoramos, pues estamos convencidos de que la suma de todos los chapines que deseamos una mejor Guatemala, nos podrá llevar al cambio y desarrollo que tanto deseamos.