Una moneda privada: el “bitcoin”


Luis-Enrique-perez-2013

Uno de los últimos productos de la tecnología electrónica es una revolucionaria moneda privada, o moneda no creada por el gobierno. Se denomina “bitcoin”. Es obra de un misterioso computólogo llamado “Satoshi Nakamoto”, quien diseñó un programa computacional que equivale a una mina monetaria, de la cual extrajo él mismo las primeras “bitcoins”, en el año 2009.

Luis Enrique Pérez


Cualquier persona que posea un computador en el cual pueda ejecutarse el programa que diseñó Nakamoto, y que resuelva determinadas ecuaciones matemáticas planteadas por el programa mismo, puede extraer “bitcoins” de la mina. Quienes los extraen se denominan “mineros”. Y cualquier persona puede adquirir “bitcoins”, ya porque es minero, ya porque, con una moneda ordinaria como el dólar o el quetzal, puede comprarle “bitcoins” a mineros o a no mineros poseedores de esa moneda.
   
    Los “bitcoins” adquiridos son depositados en una billetera electrónica, que puede residir en un computador o en un teléfono celular. Con esa billetera se emiten “bitcoins” a cambio de bienes y servicios comprados, o se reciben a cambio de bienes y servicios vendidos. Esos bienes y servicios pueden ser tan diversos como alimentos, automóviles o casas. Las personas que intervienen en transacciones con “bitcoins” constituyen una red monetaria privada, dirigida y administrada por ellas mismas, y no por una autoridad gubernamental.
   
    Una “cadena de bloques” electrónicos imposibilita que cada “bitcoin” pueda ser usado más de una vez. Para imposibilitarlo, la cadena registra la cantidad de “bitcoins” que tiene cada miembro de la red monetaria, y también registra constantemente las transacciones de cada uno. Un código privado secreto (para emitir moneda), combinado con un código público (para recibir moneda), garantiza que solo el propietario de la billetera electrónica puede emitir “bitcoins” contenidos en ella. Ese código secreto es la razón por la cual el “bitcoin” ha sido denominado “cripto-moneda”, o “moneda-oculta”. El “bitcoin” puede dividirse en fracciones de hasta ocho cifras decimales.
   
    Solo puede ser creado un número máximo de 21 millones de “bitcoins”. Hasta octubre del presente año habían sido creados 11.75 millones. Se calcula que, en el año 2030, se habrá llegado a crear el número máximo, es decir, 21 millones. Solo puede ser creado un determinado número promedio de “bitcoins” por hora, y cada cuatro años ese número se reduce a la mitad. Durante los primeros cuatro años el número promedio ha sido de 300 “bitcoins” por hora.  Si se incrementa el número de mineros, también se incrementa el grado de dificultad de las ecuaciones matemáticas que han de ser resueltas. El propósito es preservar el número promedio de monedas creadas por hora.
   
    El valor del “bitcoin” con respecto al dólar tiende a variar. Por ejemplo, en abril del presente año tuvo un valor de 238 dólares. En julio, un valor de 70 dólares; y en noviembre, un valor de por lo menos 1,000 dólares.
   
    Wolfgang Schäuble, Ministro Federal de Finanzas de Alemania ha declarado que el “bitcoin” es “una unidad de cuenta”, que puede ser empleada en transacciones privadas. Y Frank Shaeffler, del Comité de Finanzas del Parlamento Federal de aquel mismo país, ha declarado que el “bitcoin” es “el primer paso” hacia la “desnacionalización” de la moneda que proponía Friedrich von Hayek.
   
    Algunas ventajas del “bitcoin” son la improbable devaluación (porque la cantidad de moneda tiene un límite); la independencia con respecto a la autoridad gubernamental; y la reducción del costo de las transacciones. Algunas desventajas son el uso en actividades ilegales o ilícitas, y el riesgo de pérdida de la moneda por estar almacenada en un medio digital, que puede dañarse o destruirse.
   
    Post scriptum. Hay un uso creciente de “bitcoin”; y pronto hasta habrá cajeros automáticos que intercambiarán “bitcoins” por moneda ordinaria como el dólar o el euro.