«Una mafia empresarial es la que maneja al Micivi»


 Para mí­ lo más fácil serí­a desentenderme del artí­culo que publiqué el pasado sábado acerca de las declaraciones del ministro de Comunicaciones, señor Guillermo Castillo, sobre un futuro contrato, pero como tomo en cuenta la opinión de mis contados lectores, voy a referirme a un par de acotaciones de las decenas de observaciones publicadas en la página web de La Hora, sobre las precarias condiciones de la red vial, y otros dos casos que apestan a corrupción en esa cartera ministerial.

Eduardo Villatoro

 Les recuerdo que el ministro Castillo declaró que contratará una empresa internacional para cambiar las formulaciones, diseños y estándares de requerimientos de construcción, encargándose de monitorear y supervisar los trabajos de construcción y reconstrucción. Ante ese anuncio el lector Héctor de la Roca pregunta «Â¿Acaso no existen en Guatemala ingenieros capaces de realizar las tareas que se pretende adjudicar a extranjeros? Si la respuesta es negativa, la verdad es que estamos fregados, ya que las universidades y el Colegio de Ingenieros se han robado el pisto; pero si en Guatemala hay ingenieros que pueden realizar esas actividades ¿para qué putas (sic) traer extranjeros? ¿Cuál será el comentario del Colegio de Ingenieros, o se hará de la vista gorda para poder morder».

  A los señalamientos anteriores sobre corrupción en el Micivi, ahora se han agregado otros más, como es el caso referente a que el viceministro financiero de esa cartera, Alfredo Estuardo Mury Aguirre, a la vez que desempeña ese cargo donde se maneja el pisto del Ministerio, también es mandatario especial de la empresa Constructora Nacional, S.A., y en tal sentido puede suscribir ofertas, cotizaciones y contratos ante instituciones del Estado para la ejecución de proyectos de construcción de obras de infraestructura de cualquier tipo.

 A partir de su nombramiento como funcionario público -señala con lujo de detalles La Hora- la empresa que representa el ingeniero Hugo Eduardo Mayorga Peralta incrementó el flujo de obras y se benefició con millonarias adjudicaciones. ¿Coincidencia? Al respecto, el lector Carlos Caballeros  dice que el titular del Micivi  «Es familiar de otro señor Castillo, prófugo de la justicia popular por sus movidas en el gobierno de Berger. Para nadie es un secreto -puntualiza- que el Micivi lo maneja una mafia empresarial que ha secuestrado la opción gubernamental».

 Por su parte, Siglo Veintiuno de ayer informó que el propio ministro Castillo rectificó sin rubor alguno que no son 27 sino 49 los vehí­culos que compró la Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT), que sólo cuenta con 45 empleados, por valor de Q7.7 millones, para «prestarlos» a la Secretarí­a de Bienestar Social de la Presidencia de la República y a la Secretarí­a de Obras Sociales de la Esposa del Presidente.

 En primera instancia, el ministro Castillo aseveró que la Ley de Compras y Contrataciones lo ampara para hacer esos «préstamos», según la «consulta verbal» (sic) al departamento jurí­dico del Micivi; que determinó que no se violaba ninguna ley. Pero para intentar salvar el pellejo agregó que se realizará un análisis jurí­dico «formal» al respecto, y de no ser legal el convenio suscrito con las dos secretarí­as de la Presidencia de la República pedirá que devuelvan los vehí­culos.

 ¿Y qué va hacer con ellos? ¿Entregarle un automotor a cada uno de los 45 empleados? ¿Y los cuatro picops restantes? ¿Para su esposa e hijos? ¿O a un amigazo? Todo puede suceder en «esa cueva de ladrones que es el Ministerio de Comunicaciones», tal el calificativo del editorial de La Hora. 

 (El consultor Romualdo Tishudo, funcionario de conocido Ministerio de Estado, aconseja a su hijo, ingeniero in fieri que trabaja en cierta empresa constructora: -El dinero no te da la felicidad…sobre todo si es poco).