Según Beth Fouhy, escritora de Associated Press (AP), el presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama y su antiguo rival republicano, John MacCain prometieron trabajar juntos en vías de cambiar los «malos hábitos» de Washington, a pesar de que los asistentes de ambos personajes mencionaron que era improbable que MacCain trabajara con el gabinete de Obama.
Obama dijo que ellos querían platicar sobre «Cómo podemos realizar un poco de trabajo juntos para arreglar el país». Y agregó que él ofrecería su propio agradecimiento a MacCain «Por el sobresaliente trabajo que ha prestado».
Obama dijo que está anuente a invitar a por lo menos un republicano para conformar su gabinete, pero no se espera que MacCain sea el candidato. El hombre de Arizona sirve su cuarto período en el senado.
Obama y MacCain se sentaron juntos para una breve sesión fotográfica con los reporteros, junto con Rahm Emanuel, el Jefe de Personal entrante a la Casa Blanca y el senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, amigo cercano de McCain. A Obama y McCain se les escuchó en una breve conversación sobre futbol, y Obama bromeó que «La prensa nacional es mansa comparada con la prensa de Chicago»
Cuando le preguntaron que si planeaba ayudar a la administración de Obama, MaCain replicó «Obviamente».
Después de la reunión, entre los dos emitieron una declaración diciendo: «En este momento decisivo de la historia, creemos que los estadounidenses de todos los partidos quieren y necesitan que sus líderes se unan y cambien los malos hábitos de Washington para que así podamos resolver los comunes y urgentes desafíos de nuestro tiempo.»
«Es en este espíritu que tuvimos una conversación productiva hoy, acerca de la necesidad de lanzar una nueva era de reformas para hacernos cargo del remanente gubernamental y lo amargo de financistas prejuiciosos en Washington, con la idea de restaurar la confianza en el gobierno y volver a la prosperidad y oportunidad para cada familia trabajadora estadounidense. Esperamos trabajar en conjunto en los días y meses futuros sobre desafíos críticos, como solventar nuestra crisis financiera, creando una nueva economía y protegiendo la seguridad de nuestra Nación.» -Traducción libre-.
Es bastante difícil imaginar a los dirigentes de los partidos políticos guatemaltecos llegar tan cordialmente a consensos que favorezcan a la Nación y a la población de Guatemala, sin velar antes por los macro intereses personales. En Guatemala, los políticos ayudados por las cúpulas económicas de este pequeño país, quienes son los propietarios de los dos oligopolios de la comunicación, apoyan a los gobiernos y los gobernantes que les sirven sin escrúpulos y montan batalla a muerte contra los gobiernos y gobernantes que no se ponen incondicionalmente a sus órdenes.
Es increíble la forma en que algunos medios desacreditan a quienes no se alinean con las cúpulas económicas de Guatemala. Todo aquél que no le queme incienso y pom al Capital de Guatemala, es un «rojillo resentido» según algunos columnistas de matutinos que escriben columnas y columnatas en esos diarios.
La solución integral a los problemas de Guatemala está, entonces, únicamente en manos de cada uno de los mismos guatemaltecos, si toman individualmente la actitud adecuada; lo que es difícil dada la idiosincrasia. Los políticos guatemaltecos difícilmente cambarán su actitud: su hambre es insaciable. Por eso se metieron a política. ¿O no, lector amigo?