La actuación de la Selección de Futbol de Costa Rica en el Campeonato por la Copa del Mundo que actualmente se desarrolla en Brasil, constituyó una extraordinaria hazaña histórica, pues los deportistas del hermano país estuvieron a la altura de las grandes potencias del balompié internacional, representando con mucha dignidad a la región. Los centroamericanos en general, debemos alegrarnos por la destacada participación de los ticos.

Numerosos comentaristas, coincidieron en que la escuadra de Costa Rica fue la sorpresa en esta competencia de futbol, al grado que llegó a los cuartos de final, y lo hizo invicta, es decir siempre victoriosa de la mano del talentoso entrenador colombiano Jorge Luis Pinto, quien se lució con un excelente papel. 

Aunque el equipo de Costa Rica fue eliminado por Holanda, ello se produjo en la tanda de penales, pues los europeos no pudieron anotar ni un solo gol en la portería de los ticos brillantemente defendida por el arquero Taylor Navas, a quien muchos analistas internacionales, consideran fue el mejor portero en este campeonato de Brasil 2014. 
La Selección de Costa Rica se despidió de este certamen con la frente en alto, dejando un mensaje claro, que los países pequeños están sobresaliendo ante muchos de los desafíos de los tiempos modernos y que van a llegar muy lejos. 

Es importante subrayar que, el buen desempeño de los futbolistas costarricenses, se llevó a cabo en un escenario adverso, con malos arbitrajes y varias acciones que parecían tener dedicatoria especial para perjudicarlos, como la amonestación para varios de ellos casi al mismo tiempo, y las pruebas antidoping luego de su contundente triunfo sobre Italia. Todas estas fueron afrentas para poner en entredicho su credibilidad deportiva.

Y a pesar de la tristeza que se experimentó ayer en gran parte de América Latina por la derrota de Brasil por Alemania, miles de costarricenses se volcaron a las calles  para brindar una calurosa bienvenida a los seleccionados de futbol, a su retorno al hermano país, acompañándolos en una indescriptible caravana triunfalista.
Es oportuno considerar que Costa Rica tiene por delante un futuro promisorio, y no es aventurado pensar que en los años por venir, pueden llegar a ser los campeones del mundo.