Una formación especial (II de II)


Raymond J. Wennier

¡BASTA, la violencia NO puede dominarnos!

La semana pasada hablamos de la Formación personal, que es justamente lo que concierne a lo personal de cada niño o joven en la escuela. Vimos que el currí­culo oficial debe proporcionar el tiempo necesario para abordar temas de carácter personal del niño y del joven como SER completo y sistémico, no solamente la parte académica sino la parte de valores éticos, cí­vicos y todo lo relacionado a su crecimiento personal. ¡El currí­culo tiene que ser transformado! Hoy quiero presentar algunos de los puntos clave que serí­an parte de esa clase. Iniciemos con el YO de cada individuo y su integridad, lo que compone a un ser completo según lo que siempre he dicho: cabeza, corazón y cuerpo, las 3 Cs. Los niños y los jóvenes tienen que conocerse a sí­ mismos, cómo piensan, cómo sienten y cómo actúan y estar satisfechos con su ser en relación a esos elementos. La clase de FP ayuda a los alumnos a conseguir el equilibrio consigo y en relación con los demás. Ese equilibrio está demostrado como parte de las tres formaciones necesarias a enseñar en el aula, formación académica, formación práctica y formación personal. El autoconcepto y la autoconfianza en niños y jóvenes es la base de las interrelaciones sanas con otras personas, en el ambiente, en su entorno y más tarde en sus vidas serán la base que les permita el desarrollo continuo y el éxito en su quehacer de cada dí­a. Desde siempre y hoy dí­a, es de suma importancia el respeto a sí­ mismo, a otras personas y a las reglas de la sociedad para una convivencia armónica. Sin embargo, tenemos muchos ejemplos de la falta de respeto a la vida de otros y hasta a la propia vida, visto en la violencia de todo tipo que sufrimos y la falta de respeto a sí­ mismos se muestra cuando actúan en contra de ellos mismos al consumir drogas, permitir el abuso en su relación sexual y caer en un libertinaje no responsable. Los sentimientos también tienen que tener un balance que se demuestra en el buen manejo de las emociones. Desde que se es bebé, recién nacido (y aún durante el embarazo), los niños necesitan sentirse queridos por las personas significantes en sus vidas. Muchos de los problemas actuales, en la sociedad, son producidos por que las personas no saben manejar sus emociones, porque nunca sintieron el ejemplo de sus padres. Aprendemos a querer siendo queridos, aprendemos a respetar siendo respetados. Cuando los jóvenes sienten en su ambiente que «no los quieren» o abiertamente sufren el rechazo, promueven actos en contra de las reglas de la sociedad, lo que en consecuencia produce en desequilibrio en su YO. El crecimiento personal continuo es una actitud de querer y una acción que se demuestra a lo largo de la vida. Sin embargo, esos dos elementos se aprenden desde pequeños, con la guí­a de los adultos, en la casa y en las aulas. Para tener ese crecimiento, los niños y los jóvenes tienen que tener metas que son alcanzables. Si los niños y los jóvenes las alcanzan, entonces eso crea un circuito de motivación continua, que sigue aumentando la autoestima y la autoconfianza para seguir consiguiendo nuevos éxitos en su plan personal. Sin embargo, ellos tienen que aprender que la motivación es interna. No deben depender de estí­mulos motivadores externos para lograr sus metas. Es a base de esfuerzo propio en un proceso, lo que va a permitirles que lo logren. Las habilidades de escuchar, aprender a tener un pensamiento crí­tico, en una acción de pensar para seleccionar la información relevante para su toma de decisiones, analizar, sintetizar y aprender a decir NO cuando la ocasión lo amerita, deben ser guiadas por adultos bien formados. La formación personal integral de los alumnos, les ayuda en poder ajustarse con eficacia a los cambios, cosa muy importante en un mundo globalizado. Insisto, este proceso de FP se inicia cuando los niños son pequeños, en casa, en preprimaria, en la escuela. Tres son las áreas importantes de incorporar en el currí­culo y que serí­an parte de la transformación del mismo. 1. Ser conscientes de sí­ mismos, con una actitud hacia lo positivo como son sus pensamientos, sus emociones y sus acciones. 2. El currí­culo tiene que permitir que los niños a esa edad puedan tener «mastery» (dominio) en el contenido por medio de juegos que atiendan a lo multisensorial y a su estilo más fuerte de percepción de los estí­mulos del ambiente a su alrededor. 3. Desde los primeros años de vida, pero esencialmente en la escuela, los niños tienen que aprender a relacionarse con los demás en una interacción sana. En el Siglo XXI el ser humano es el elemento más importante a desarrollar para el buen crecimiento y armoní­a de la sociedad. Si queremos que nuestros niños y jóvenes crezcan como adultos responsables, con valores y principios, es urgente la transformación del Mineduc y que incluya en el currí­culo la Formación personal.