Ney Franco dibujó una sonrisa al describir la obviedad de la final del Mundial Sub20. «Será de idioma portugués», dijo el técnico de Brasil sobre el duelo del sábado contra Portugal.
Pero Franco también adelantó la peculiaridad del encuentro al medirse el equipo más goleador del torneo, el suyo, contra un oponente cuyo arco aún no ha sido vulnerado.
«Llevamos 15 goles y ellos tienen un arquero que no ha recibido ninguno», dijo Franco refiriéndose a Mika, el portero luso.
«Se hablará en portugués. Vamos a ver un fútbol abierto. Portugal es un equipo con historia y será igual de complicado como los que disputamos contra España y México».
Brasil y Portugal alcanzaron la final tras superar con idénticos 2-0 a México y Francia, respectivamente, en las semifinales.
Ambos tratarán de aumentar su cosecha de títulos en los mundiales de la categoría: Brasil irá por el pentacampeonato y Portugal por el tri.
No será un duelo inédito en una final, puesto que reeditarán el choque que protagonizaron precisamente hace 20 años, en el que los lusos ganaron 4-2 en una tanda de penales. En ese equipo portugués, que era el anfitrión, surgía su generación dorada con Luis Figo y Rui Costa.
Según datos de la FIFA, el avance de Portugal a la última instancia en Colombia está marcado por un par de récords:
—El arquero Mika lleva 570 minutos con el arco invicto, eclipsando la marca de 492 que el chileno Christopher Toselli había fijado en Canadá 2007.
—Ningún equipo había alcanzado la final con apenas cinco goles anotados desde que el Mundial Sub20 cambió su formato a 24 equipos en 1997. El 2-0 contra Francia fue su primer partido en el que convirtió más de un tanto.
Si aguanta la presión brasileña en los primeros 19 minutos de la cita en el estadio El Campín de Bogotá, Portugal eclipsará un récord por ahora en manos de sus oponentes. Brasil hilvanó 634 minutos sin encajar goles entre 1985 y 87.
Este es un equipo al que la etiqueta de pragmático le queda a la perfección y a su técnico Ilidio Vale le tiene sin cuidado cuando se le insinúa que son amarretes en cuanto al gol.
«El paso a la final no fue producto de la casualidad. Fue el resultado de un largo y paciente trabajo», dijo Vale. «Cargamos con el lastre de poca efectividad pero hicimos dos tantos ante Francia … sí somos capaces de anotar. Deseamos repetir la victoria de hace 20 años y preferiblemente con nuestra valla invicta».
Será la octava final para Brasil, que tratará de desquitarse del trago amargo de su tropiezo hace dos años en Egipto, donde sucumbieron por penales ante Ghana en el choque decisivo.
La Verdeamerela exhibe una racha de 13 partidos consecutivos sin conocer la derrota en tiempo reglamentario y prórrogas en los Sub20.
Armado con un polifacético plantel, Brasil se ha aprendido de memoria un guión para sus partidos y el mismo dejó de ser secreto.
Franco cuenta con jugadores de diversas características y capaces de cambiar posiciones. Como se plantea un partido, el entrenador puede mover las fichas en su tablero táctico.
Es así que un volante como Casemiro se repliega a la defensa y Danilo pasa de lateral a volante.
Frente a un México que supo coartarle el juego entre líneas, Franco dio con la tecla con sus cambios en el segundo tiempo: Allan por Gabriel Silva, Dudu por Phillipe Coutinho y Negueba por Willian.
Los dos goles de Henrique llegaron tras la intervención de las variantes. Negueba puso el centro para el primero y una combinación de pases entre Dudu y Danilo gestó el segundo.
«Quienes han acompañado a Brasil desde el inicio del Mundial saben que en todo el torneo hemos usado una estrategia de empezar el partido con jugadores de físico fuerte para ir desgastando al rival y en el segundo entran jugadores más depurados y técnicos para liquidar», dijo Franco.