Una España campeona de Europa quiere el Mundial


España entrena por la noche. El defensa Carlos Marchena (I), el entrenador Vicente Del Bosque (C) y el delantero Jesús Navas (D) participan en una sesión de entrenamiento en la Villa Universitaria en Pochefstroom. FOTO AFP / LLUIS GENE

La España que se proclamó campeona de Europa en 2008 busca ahora, con los ligeros retoques aportados por el seleccionador Vicente del Bosque, alzarse con el tí­tulo mundial en Sudáfrica.


Alemania se prepara para todo. (De izquierda a derecha) Bastian Schweinsteiger, el defensa Marcell Jansen, el defensa Jerome Boateng, el mediocampista Piotr Trochowski y el mediocampista Toni Kroos trotan en una jornada de prácticas. FOTO AFP / John MacDougall

«En relación a la Copa de las Confederaciones hay cuatro cambios, y ocho respecto a la Eurocopa de 2008, por lo que llevamos al 34,78% de los que nos hicieron ganar en Austria y Suiza, y hemos llevado a otros porque han ido pidiendo paso en la competencia con otros», afirmó Del Bosque en mayo pasado, al dar la lista de convocados para el Mundial.

Del Bosque se hizo cargo de la Roja en julio de 2008, apenas unos dí­as después de que su predecesor Luis Aragonés, la hiciera campeona continental, manteniendo la mente y el corazón del equipo encarnados en hombres como Xavi Hernández, Xabi Alonso, Carles Puyol o los delanteros David Villa y Fernando Torres.

El seleccionador español también mantuvo la filosofí­a de toque y combinación introducida por el «Sabio de Hortaleza», pero empezó a trabajar en busca de su propio grupo y nuevas alternativas tácticas, como un mayor uso de las bandas y una mayor apertura del campo.

«El fútbol es algo vivo que está en constante desarrollo» y «cada uno tenemos nuestro toque, nuestro carácter, nuestra formación, nuestra forma de ver el fútbol», reconocí­a Del Bosque durante su presentación como seleccionador.

De cara al Mundial sudafricano, Del Bosque no ha dudado en basar su equipo sobre los jugadores del Barcelona, que aporta ocho hombres, la mayorí­a de ellos básicos para la Roja.

«Por el estilo que quiere el mí­ster, (España) es bastante similar al Barcelona. Intentar sacar las pelotas jugadas desde atrás, intentando evitar siempre una posible lí­nea de presión del rival, se asemeja al sistema del Barcelona», según el portero Ví­ctor Valdés.

Valdés ha sido una de las novedades mundialista de Del Bosque como tercer portero, junto a su compañero Gerard Piqué, un baluarte en el eje de la defensa junto a Carles Puyol, desplazando al valencianista Carlos Marchena al banquillo.

Frente a un centrocampista más recuperador como el hispano-brasileño Marcos Senna, que formó parte del grupo campeón de Europa, Del Bosque ha optado en Sudáfrica por recurrir al barcelonista Sergio Busquets, también creador, para acompañar a Xabi Alonso.

«Hace todo, está continuamente en disposición de ayudar al equipo, es generoso, se vací­a defensivamente y es los primeros que empieza a jugar al fútbol. Cuando él está el fútbol se hace más fluido», aseguraba recientemente Del Bosque.

La delantera se ha mantenido intocable con Fernando Torres, el autor del gol de la victoria española en la Eurocopa frente a Alemania, muy apagado en este Mundial, y David Villa, máximo goleador en Suiza y Austria con cuatro goles y camino de la misma gesta en Sudáfrica.

Con cinco tantos, el delantero español es el máximo realizador del torneo sudafricano, con goles que han llegado originados, como muchas de las jugadas de peligro españolas, por los laterales.

La apuesta de Del Bosque por abrir el campo, frente a Aragonés, más amante del toque y la llegada por el centro, ha permitido también la entrada de novedades respecto a la Eurocopa como el delantero Fernando Llorente, un respuesto de casi dos metros, listo para aportar su velocidad y sus buenas entradas de cabeza a los centros desde los lados.

Del Bosque ha podido contar también con un extremo, por el que suspiró asimismo Aragonés, el sevillista Jesús Navas.

Por ahora, el extremo sólo ha jugado completo el partido de Honduras, donde sus subidas por la banda fueron un quebradero de cabeza para la defensa del paí­s centroamericano.

Sin embargo, se ha confirmado como una garantí­a para imprimir velocidad y aire por la banda si en algún momento España lo necesita, especialmente en el dí­ficil desafí­o que le espera a la Roja frente a Alemania en semifinales el próximo miércoles.