Generalmente, un comentario tan superficial, emanado de alguien que desconoce no sólo la historia de Cuba, sino la suya propia, no amerita más que el desdén y la lástima a su empobrecida pluma, alentada por esa reunión en Miami con sus acólitos del Partido Republicano y del llamado Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo, quienes han hecho un lucrativo negocio los últimos 50 años «luchando» por el regreso de la Cuba donde eran pródigos terratenientes y latifundistas.
No pongo en duda que el señor Marco Tulio Trejo Paiz haya disfrutado de inolvidables horas en los dominios del Tío Sam. Quizás ni conoce la desnutrición y los problemas de su Guatemala, pues la vitrina de cosillas interesantes y alegres que descubrió en Miami (en sus propias palabras) ¿frívolas tal vez? pueden favorecerle una amnesia parcial.