Una cuarta parte de la tierra cultivable está muy degradada


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Naciones Unidas completó la primera valoración global del estado de la tierra cultivable en el mundo, en el cual dijo ayer que el 25% está muy degradado, por lo que advirtió que debe revertirse tal tendencia para poder alimentar a la población mundial.

Por NICOLE WINFIELD ROMA / Agencia AP

Los agricultores deberán producir un 70% más de alimentos para 2050 a fin de poder alimentar a unos 9 mil millones de habitantes, según los cálculos de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO, por sus siglas en inglés).

Ello equivale a 1.000 millones de toneladas más de trigo, arroz y otros cereales y 200 millones de toneladas más de carne vacuna y otras especies de ganado.

En las circunstancias actuales, sin embargo, la mayor parte de la tierra disponible ya está siendo cultivada y en forma que en ocasiones disminuye la productividad a largo plazo, como el uso de prácticas que fomentan la erosión y desperdician agua.

Ello significa que para satisfacer las necesidades futuras de alimentación del mundo será necesaria una «intensificación más sostenible» de la producción agrí­cola, dijo la FAO en su informe «Estado de la tierra mundial y recursos hí­dricos para la alimentación y la agricultura».

El director general de la FAO, Jacques Diouf, dijo que la creciente competencia por la tierra para cultivar biocombustibles, junto con el cambio climático y las deficientes prácticas agropecuarias han hecho que sistemas clave en la producción de alimentos no puedan satisfacer las necesidades humanas para 2050.

«Las consecuencias en lo referente al hambre y la pobreza son inaceptables», dijo a periodistas en la sede de la FAO de Roma. «Las acciones para remediarlo deben ser adoptadas ahora. Simplemente no podemos continuar con la actitud de que nada ha cambiado».

El informe fue difundido el lunes, cuando delegados de todo el mundo están reunidos en la ciudad sudafricana de Durban para intentar superar en dos semanas de negociaciones el atasco de los esfuerzos para reducir las emisiones de dióxido de carbono que contribuyen al recalentamiento global y otros contaminantes causantes del efecto invernadero.