Una convención que aún no ha entrado en vigencia real para la niñez guatemalteca


Un niño descansa luego de haber cargado los pesados bultos con verduras. Pese a que Guatemala ratificó la Convención de Derechos del Niño, en 20 años la protección no ha sido completamente efectiva. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Veinte años han pasado desde que se aprobó la Convención Pro Derechos de la Niñez, sin embargo, aún son muchos los menores que sufren por la falta de respeto hacia ellos.

Andrea Orozco
aorozco@lahora.com.gt

Dos niños hacen malabares cerca de un semáforo, con el objetivo de pedir monedas a los automovilistas que se detienen ante el alto. Decenas de niños son obligados a pedir dinero por parte de sus padres. FOTO LA HORA: ARCHIVOLas escuelas nacionales habitualmente carecen del mobiliario básico para que se pueda gozar del derecho a la educación. En esta escuela, el estudiantado debe recibir las clases en el suelo, a falta de escritorios. FOTO LA HORA: ARCHIVOEl derecho a la salud es uno de los básicos para la niñez, según la convención. Sin embargo, la desnutrición y la alta mortalidad que prevalecen en Guatemala, indica lo contrario. FOTO LA HORA: ARCHIVO

La Convención sobre los Derechos de la Niñez fue aprobada el 20 de noviembre de 1989 en la Asamblea General de las Naciones Unidas; da cobertura a personas menores de 18 años sin importar su lugar de origen, etnia, sexo, religión o clase social. Guatemala ratificó ésta un año después, pero fue hasta 2003 cuando se creó la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.

Sin embargo, a decir de la licenciada Mirna Ponce, Guatemala tiene problema en la implementación de las leyes, «Tenemos muchas pero con efectividad casi nula», indica la entrevistada.

Y es que, según el informe de 2008 sobre la situación de la niñez y adolescencia en Guatemala, en ese año se reportaron 416 casos de muerte en adolescentes a causa de las balas, 49 murieron por heridas de arma blanca, 13 fallecieron a causa de armas contundentes, 14 fueron estrangulados y uno fue linchado.

Un dato también desalentador informa que durante el año pasado ocurrieron 116 casos de plagio, 846 de rapto, 681 de sustracción y 85 de trata de personas, todo esto en niños y adolescentes. En ese mismo año, ocurrieron 54 adopciones de niñas y niños de entre uno y 14 años de edad, cifra que disminuyó, en comparación con años anteriores, gracias a la Ley de Adopciones, recientemente aprobada.

Además, se conoce que la violencia de la que han sido objeto estos pequeños, en muchas ocasiones proviene de los propios hogares.

Por ello, Ponce dice que es necesario que las organizaciones sociales que velan por los derechos de los niños evalúen en conjunto la cantidad de leyes que el Congreso de la República ha aprobado pero que no se han aplicado.

NIí‘OS TRABAJANDO

Uno de los derechos fundamentales establecidos en la Convención se basa en la supervivencia y el desarrollo; no obstante, Guatemala es el paí­s con mayor í­ndice de trabajo infantil. Según estudios de la Organización Internacional del Trabajo, en este paí­s existe medio millón de niños y niñas que trabajan, la mitad de ellos lo hace principalmente en el campo, laborando durante una jornada de 30 horas semanales.

Este problema se relaciona directamente con el nivel de desarrollo y pobreza de las familias guatemaltecas, pues al no contar con los recursos económicos para sostener el hogar, los padres enví­an a sus hijos a trabajar para generar mayores ingresos y al mismo tiempo ahorrarse el gasto de los estudios escolares del menor.

En 2008 el Ministerio de Educación informó que únicamente el 50% de la población infantil que cuenta con edad para asistir al nivel preprimario fue inscrito en una escuela. En el ciclo básico la tasa fue de 37% y los alumnos que ingresaron al diversificado representan únicamente el 20%. Un dato motivador es que, a nivel primario, el 95% de la niñez sí­ tuvo acceso a la educación.

SIN CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS

El derecho a la vida es otro de los temas olvidados pues en Guatemala se sabe que la cifra de mortalidad infantil es de 44 por mil nacidos vivos, mientras que la mortalidad de la niñez es de 59 por cada mil nacidos vivos.

En este tema cabe destacar el porcentaje de niños que tienen acceso a la lactancia materna exclusiva, práctica de alimentación recomendable durante los primeros seis meses de vida del pequeño para fortalecer sus defensas.

Según la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil en 2002, el porcentaje de niños que se amamantaron durante la primera hora de vida fue de 60% y quienes lo hicieron durante las 24 horas siguientes a su nacimiento representan el 80% de los nacidos. Sin embargo, la duración de la lactancia materna exclusiva es muy baja, ya que solo llega al promedio de tres meses.

Estas estadí­sticas, que han tenido poca o ninguna variación durante los últimos 20 años, pueden dar luz a los datos que se presentan actualmente sobre la desnutrición aguda, misma que se presenta incluso en niños menores de seis meses.

Además, el 49% de niños menores de cinco años padece desnutrición crónica, cifra que coloca a Guatemala como el primer paí­s de Latinoamérica y el sexto a nivel mundial en sufrir este problema. A esto se suma que la población más afectada por la desnutrición es la indí­gena y rural, en donde el promedio llega al 70%.

En cuanto a la participación de la niñez, apoyándose en la Ley de Protección Integral y el Plan de Acción Nacional a favor de la niñez y adolescencia 2004-2014, el Estado guatemalteco ha procurado que los menores ejerzan su derecho como ciudadanos al abrir espacios de participación local en los COCODES y COMUDES.

A decir de la licenciada Ponce, para poder terminar con la falta de interés por el bienestar de la niñez, los guatemaltecos debemos activar nuestra ciudadaní­a y que esto permita conocer nuestros derechos, así­ como demandarlos.

«Hay miles de niños en la calle, niños que trabajan y no van a la escuela, son niños sin niñez», finaliza la experta.

ODHAG


Denuncias

Al conmemorarse los 20 años de la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño, la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) detalló que en el paí­s únicamente se ha cumplido en un 32 por ciento las recomendaciones para la erradicación de cualquier tipo de violencia contra los pequeños.

Nery Rodenas, de la ODHAG, indicó que los derechos fundamentales, como la preservación de la vida, el acceso a la salud, educación y alimentación, son las más serias deficiencias del paí­s en cuanto a la protección de la niñez.

Rodenas recordó que fue un 20 de noviembre de 1989, cuando varios paí­ses de todo el mundo se comprometieron a canalizar sus mayores esfuerzos en la eliminación de los abusos en contra de la niñez y expresó que lamentablemente los avances han sido pocos.

Entre los datos que resaltó podemos mencionar que durante el año 2008 fueron asesinados 493 niños, 978 resultaron lesionados derivado de algún hecho delictivo y 9 mil 390 fueron heridos con arma blanca por diversas circunstancias. Además expresó que «en el presente año las cifras son similares y que en los últimos tres años se ha repetido la misma historia, sin que se tomen medidas».

Por su parte, Enma Estrada, representante de la Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni), solicitó al Gobierno central que haga sus mayores esfuerzos por cumplir con la Convención y las recomendaciones que se dieron para Guatemala, que luchen por erradicar cualquier tipo de maltrato infantil, que se destinen recursos y se pongan instituciones a trabajar para la protección de los infantes y «sobre todo incluir dentro de la agenda pública el tema de la niñez y la convención por los derechos de los mismos, para lograr cumplir las metas que se propusieron hace 20 años», aseveró la entrevistada.

Rodenas recalcó la importancia de ampliar el acceso a la educación y aseguró que 50 por ciento en primaria, es la cobertura de la educación en el paí­s, en secundaria 37 por ciento y en diversificado un 20 por ciento y que además la poca asignación presupuestaria a la educación, «son situaciones que dejan claro que el derecho a la educación continua siendo un derecho postergado».

«Los niños siguen encontrándose en un estado de altí­sima vulnerabilidad y riesgo», finalizó el entrevistado.

VIOLENCIA


Algunos casos

Según la Procuradurí­a de los Derechos Humanos (PDH) más de 400 niños, niñas y adolescentes han muerto en lo que va del año, de forma violenta.

La violencia contra este sector de la población preocupa a organizaciones que velan por los derechos de la infancia y juventud.

Algunos de los casos que pueden referirse, es la muerte del bebé Anthony Josué Rosales Rodrí­guez, de dos meses de edad, quien murió tras un ataque perpetrado en un bus de la ruta a Canalitos; asimismo, consterna la muerte de las tres niñas de apellido Suruy, quienes fueron asesinadas en Chicamén, San Lucas Sacatepéquez, en mayo pasado.