Una bomba de tiempo en CAMIP con jubilados de la tercera edad


Alfredo Duke

El 27 de junio un pariente me pidió lo acompañara a la farmacia de ese centro, porque ya habí­a llegado cuatro veces muy temprano y el medicamento, identificado con código 185, solamente lo daban para 15 pacientes; ese dí­a llegamos un poco antes de las 5:00 a.m., bajo las inclemencias del tiempo. Le tocó el número UNO, allí­ permaneció de pie porque NO HAY SILLAS NI MUCHO MENOS BANCAS, aunque sea de madera; hasta las 6:55 a.m. que llegó un canche que es bastante abusivo y prepotente, subió la persiana y dijo: «Entren en el orden que están». Entraron y los colocó en las sillas del centro, después los pasó a unas sillas que están al lado izquierdo, siempre manteniendo el orden; alguien le preguntó por ese medicamento y dijo que ya estaba en bodega y que a más tardar lo empezaban a dar a las 8:30 a.m. Así­ fueron pasando minutos y horas. Otro paciente, que tení­a el número 6, se levantó y fue a comprar. Allí­ una de las empleadas le dijo que el medicamento ya estaba en bodega, pero que la casa proveedora NO HABíA enviado la factura, pues la llevaban a más tardar en cinco minutos. Cada media hora le preguntaban a los voluntarios y al policí­a que está en la entrada de la farmacia Y ESTOS POBRES SE PREGUNTABAN ENTRE ELLOS MISMOS, Y NADIE SABíA NADA. Una señora que dicen es amiga del Director lo llamó y le contó el problema, entonces dicen que llegó a la bodega, pero cuando unos pacientes se levantaron y fueron YA NO ESTABA, dicen que el jefe se esconde, pero que el medicamento ya estaba en bodega, solamente esperaban la factura; a todo esto eran las 11:00 a.m. Los jubilados comenzaron a enojarse ¡y vaya SI NO TENíAN RAZí“N! y estaban planificando hacer UN ESCíNDALO y cerrar la puerta de entrada, pero otro un poco mayor los calmó y empezaron a ver que varias enfermeras con uniforme blanco y trabajadores seguramente de mantenimiento uniformados, entraban a farmacia, NO HACíAN COLA Y RETIRABAN MEDICAMENTOS, deduciendo que era para amigos o parientes; a uno de ellos le preguntaron si trabajaba allí­ y les dijo que sí­, ¿por qué entró a retirar medicamentos ?le preguntaron?, y NO HACE COLA? ¿Es para usted, sus amigos o parientes?, NO, dijo, YO NO HAGO ESO. A las doce del mediodí­a un señor de avanzada edad que no hací­a cola entró a la farmacia Y RETIRí“ EL MENCIONADO PLAVIX, alguien de los que hací­a cola le preguntó qué medicamento habí­a retirado y él le contestó que PLAVIX, se enfurecieron tanto que se abalanzaron a la puerta de entrada de la farmacia y la bloquearon Y YA NO DEJARON ENTRAR A NADIE. El policí­a se tuvo que hacer a un lado. GRITABAN EXIGIENDO LES ENTREGARAN EL PRODUCTO, porque habí­an llegado muy de mañana Y TENíAN SIETE HORAS DE ESTAR ESPERANDO, por fin les atendió la de la ventanilla UNO, pero dicen que a lo sumo solamente les dieron a 12 o 15 pacientes Y LUEGO LES DIJO: «SE ACABí“ EL PLAVIX». HABíA MíS DE 80 pacientes esperando ese medicamento Y CUANDO OYERON ESO SE ENARDECIERON Y EXIGíAN LA ENTRADA DEL MENCIONADO MEDICAMENTO Y QUE NO SE RETIRARíAN DE ALLí, el paciente que fue a compras DIJO que la empleada que lo atendió le habí­a anticipado que solamente iban a darle a 15 pacientes, PERO QUE NO DIJERA NADA. Como consecuencia de esta injusticia e ingratitud, una señora como de 80 años de edad que habí­a llegado de madrugada para que le dieran sus recetas y recoger sus medicamentos (si es que habí­an en EXISTENCIA), lastimosamente tuvo un percance, QUISO DEFECAR, PERO NO AGUANTí“ LLEGAR AL BAí‘O Y SE DEFECí“. Le sugirieron a una voluntaria que de una vez la pasara a ventanilla y que NO SIGUIERA HACIENDO COLA, así­ lo hizo y parece que retiró el medicamento. En compras le dijeron a una paciente que diariamente COMPRAN MEDICAMENTO POR PUCHITOS PARA 30 pacientes de cada código mencionado, el 613 y el 759, pero diariamente quienes pasan a consulta les recetan el MEDICAMENTO QUE NO HAY y esto se va acumulando. Es urgente que la Gerencia y las autoridades de CAMIP resuelvan este DELICADO PROBLEMA, que le exijan al papá Estado les pague esas millonadas que LE DEBE DESDE HACE Aí‘OS, porque están poniendo en peligro la vida de estas personas, además, los obligan llegar a las 4 a.m. para que les den número y esperar para que les den las recetas. YO pienso que con esas millonadas que se tiran en publicidad qué ratos hubieran pagado esa DEUDA. Es URGENTE QUE PONGAN LAS BARBAS EN REMOJO y que el Procurador de Derechos Humanos INTERVENGA para que sea resuelto.