Una atenta mirada a lo que acontece en Yemen


Motivado en mi afán por entender de una mejor forma el conflicto de radicalización religiosa en el Medio Oriente y el cual paulatinamente se ha desplazado geográficamente, deseo en esta oportunidad abordar algunos puntos que me parecen clave para entender el conflicto que parece extenderse y dilatarse: el origen, la dinámica y las implicaciones de lo que acontece en estos momentos en Yemen.

Lic. Carlos Escobedo

Al suroeste de la Pení­nsula Arábiga con frontera con Arabia Saudita, el Mar Rojo, el Mar Arábigo, el Golfo de Adén y Omán, con una debilidad y fragilidad institucional, Yemen apunta a un Estado fallido en el cual cerca de la mitad de sus habitantes sobrevive con menos de 1 dólar al dí­a, 1 de cada 5 niños se encuentra desnutrido, con una zona semidesértica en donde vive el 69% de la población sin mayor posibilidad de desarrollo dado el endeble aparato productivo, amén de las luchas tribales, los movimientos secesionistas y el aparecimiento del integrismo que ha encontrado cultivo en la pobreza y desesperación.

Se estima que en los últimos tiempos unos mil 200 miembros de Al Qaeda se encuentran refugiados en su territorio y que la situación de la semana anterior en Detroit precisamente se originó en uno de sus campos de entrenamiento. Llama la atención de los analistas el hecho de que muchos de los radicales se han formado en occidente.

Algunos analistas coinciden en señalar que la situación en el Medio Oriente se definirí­a de esta forma: Irak ayer, Afganistán hoy y Yemen mañana. En lo personal a lo largo de los años estudiando el conflicto puedo aseverar que el tema de la seguridad en el Medio Oriente pasa por una solución a la problemática del dilatadí­simo conflicto palestino-israelí­, a mi entender éste es el inicio de la búsqueda de una solución a la problemática que darí­a al traste con la radicalización.

Cierto es que las acciones militares emprendidas en los últimos meses en Yemen han conducido a una reacción por parte de los grupos radicales que obliga a la comunidad internacional a voltear la cabeza y reflexionar sobre lo que acontece en el Sur de la Pení­nsula. La posición geográfica es un tema interesante de analizar su frontera virtual con el cuerno africano separado de una zona de conflicto y altamente volátil requiere un especial análisis.

Al parecer el famoso «Eje del Mal» se ensancha y la presión porque se tomen medidas más estrictas parecen dominar en los últimos dí­as, el accionar de varios paí­ses de occidente que se han visto forzados incluso a cerrar sus misiones diplomáticas.

Cierto es que en la tierra donde nació el padre del fundador de Al Qaeda la situación interna de por sí­ es compleja, la radicalización al norte de los Huthi (chií­tas) ha motivado a un análisis sobre la eventual injerencia de otras naciones proclives a esta rama; por otro lado la frontera natural con el movimiento wahabista (sunnis) contrapone toda una serie de teorí­as sobre lo que acontece y podrí­a suceder en la lucha y la radicalización, agréguele el movimiento secesionista contrario al poder central de Sanaa (capital) y la complejidad tiende a ser mayor.

En otro artí­culo intentaré abordar algunos temas que definan mejor el conflicto y las variables que lo radicalizan.

Habrá que ser enfático al afirmar que el Islam como religión no acepta ni tolera estos actos que considera fuera del orden y que por el contrario los condena y que no hay que confundir el actuar de ciertos grupos con esta bella religión. En todo caso Islam significa en esencia sumisión y paz y eso en definitiva es lo que esperamos suceda algún dí­a en la región.