Una agenda de gobierno


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Guatemala es un paí­s privilegiado por su ubicación, clima y recursos humanos. Con un sector de la población con serios problemas de hambre, pobreza, educación y oportunidades. Tenemos una sociedad con inmensas desigualdades en los ingresos y en las opciones que los jóvenes y niños tienen para su futuro. Por si fuere poco estamos en caos, el orden está ausente y la corrupción, para muchos, es una forma de vida. Muchos guatemaltecos están acostumbrados a vivir esa realidad y ser indiferentes a los problemas de los demás.

Alfonso Carrillo M.
alfonso.carrillo@meimportaguate.org

 


El paí­s demanda una agenda que atienda con prioridad y urgencia la desnutrición, el hambre y la pobreza en crecimiento; establecer orden, rescatar el sistema de justicia y atender el grave problema de la educación.

Desnutrición, hambre y pobreza extrema. Por el tiempo necesario, debe atenderse de manera eficaz el sufrimiento que muchos guatemaltecos están padeciendo. Debe establecerse un plan claro para que este grupo de la población haga una transición a una situación que les permita por sí­ solos, de manera autónoma e independiente, atender sus necesidades y progresar.

Creación de trabajos. El progreso sólo se logra con trabajo, producción y contribución al crecimiento. Debe fomentarse la inversión, lo cual requiere como base el que exista seguridad, orden y justicia. Seguridad de que soy propietario de lo que adquiero, preservando la libertad de la disposición. Un orden donde no soy sujeto de abusos, corrupción y donde el que infringe las normas sufre serias consecuencias.

Establecer el orden y rescatar el sistema de Justicia. Se requiere orden, respeto al derecho ajeno y un sistema de justicia para que podamos progresar y pasar a ser un paí­s desarrollado. El orden únicamente se obtiene cuando se castiga al que infringe las normas. Hoy los guatemaltecos no creemos en el sistema de justicia porque de manera consistente nos hemos acostumbrado a que las leyes y las normas no sean respetadas y usualmente son las autoridades las primeras en violarlas. La corrupción, abusos del Presidente o Ministros, intentos como el de Sandra Torres de inscribirse como candidata a Presidente con el apoyo de ílvaro Colom, son ejemplos de esos abusos. Hemos observado algunas eventuales señales de intento de hacer funcionar el sistema de justicia, cuando en algunas aisladas situaciones el Ministerio Público o las Cortes han actuado apegadas a estricto derecho, lo cual muy raramente ocurrí­a antes, eso es una esperanza de cambio.
 
Educación. El futuro de los guatemaltecos depende de la formación y preparación de la niñez y la juventud. Hoy nuestro sistema es un desastre, que va desde la ausencia de programas, educadores, hasta abusos de sindicalistas que impiden que los niños gocen de una educación diaria. El problema es graví­simo.

Oportunidades. Debemos crear tantas oportunidades como sea posible para que los guatemaltecos podamos crecer y desarrollarnos. El Estado, sin intervenir, debe esforzarse por dar las condiciones mí­nimas para ello.

Regulación idónea para insolvencias y abusos de financieras. Se requiere una regulación idónea para que las insolvencias de individuos y empresas, tengan un marco dentro del cual rápidamente puedan enfrentar su situación y reducir el impacto del daño que al insolvente y sus acreedores produce tal circunstancia. Además, debe sancionarse severamente a todos aquellos que defraudan captando fondos del público y supervisar idóneamente a aquellas entidades que se construyen sobre la confianza del público depositante.

Combate a la impunidad, recuperación de activos y readecuación de los impuestos. Es imperativo una incisiva polí­tica para combatir a los funcionarios y empleados públicos que participen en actos de corrupción, procurando su severa sanción y paralelamente se tomen las medidas para recuperar todo activo producto de corrupción. De igual manera, debe revisarse la carga tributaria, combatirse la actividad informal que no está pagando impuestos y determinarse qué ajustes e incrementos temporales o permanentes deben realizarse para poder atender los programas urgentes y enfocar y asegurar los de mediano y largo plazo.