Sabiduría, honorabilidad y respeto por todas las formas de vida son algunas de las características que debe poseer quien utilice un sombrero andino.
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La región de los Andes, en Sudamérica, es sin lugar a duda uno de los lugares más importantes para la conservación de la identidad y cultura de los pueblos indígenas del continente americano.
En esta región confluyen habitantes de Ecuador, Bolivia, Perú y Chile, quienes en su mayoría representan a los ancestrales grupos incas, y los subgrupos de descendientes que han sido portadores de sus tradiciones.
Pese a la intensa exposición al «occidentalismo» a través de los medios de comunicación y tendencias mercadológicas capitalistas, los grupos indígenas de esta región han conseguido mantener vigentes sus tradiciones y costumbres después de una ardua lucha histórica contra la represión social.
Del amplio cúmulo de tradiciones, el uso de sombreros por las mujeres es una de las que se conservan con mayor recelo, debido a la importancia que éste tiene como un símbolo de honor y respeto.
«Las personas que utilizamos el sombrero somos consideradas como personas a quienes se guarda respeto, pero nuestra cosmovisión es integral también nos obliga a ser personas respetuosas con todas las formas de vida», indica Nancy Iza, de Ecuador.
Iza, originaria de la región de la Sierra ecuatoriana -comprendida por dos alineaciones montañosas-, señala que a pesar de que la vestimenta original de los pueblos indígenas «ha cambiado en los últimos años debido a la influencia del mercado capitalista», aún se conservan varias de las formas tradicionales de vestido.
Otro de los simbolismos adjudicados al sombrero, es el de un conservador y transmisor de la sabiduría debido a que se coloca sobre la cabeza, donde se guardan las ideas y pensamientos que hacen al ser humano.
«En la sierra intentamos mantener nuestras tradiciones y transmitirlas a los jóvenes pero el trabajo que hacen los medios de comunicación masivos para acabar con la identidad es muy fuerte y ya demuestra tener resultados».
Cuestión de honor
El uso del sombrero indígena tiene un significado distinto en Bolivia, donde representa el «honor y autoridad» dentro de una comunidad indígena, por lo que es frecuente su uso dentro de los grupos de ancianos a quienes generalmente se guarda especial respeto y consideración.
Según Toribia Aleros, de la región andina boliviana, el sombrero constituye una muestra de sabiduría y por tanto, de capacidad para dirigir al pueblo o participar de la toma de decisiones importantes.
«Gracias a nuestra indumentaria podemos identificarnos como un grupo, lo cual nos lleva a ser unidos y solidarios, además de seguir causas comunes que se ajustan a nuestras necesidades», señala.
Aleros coincide en que la influencia de los medios de comunicación es la principal fuerza de oposición a la conservación de la cultura andina, motivo por el cual los grupos indígenas se muestran reacios a aceptar las nuevas formas de comunicación.
«Estamos concientes de la necesidad que tiene nuestro país para convivir todos en una sociedad justa y equilibrada, pero para eso es necesario que se respete nuestra identidad», sostiene.
A diferencia de la costumbre andina del uso de sombreros, en Guatemala este accesorio es ajeno a las mujeres indígenas, quienes en su mayoría utilizan la cabeza descubierta.
«En algunas regiones del país se puede observar a mujeres utilizando tocados durante celebraciones o actividades especiales, y éstos también tienen un significado muy especial», refiere Juana Batzibal, del Centro de Acción Legal de los Derechos Humanos.
En el marco de la celebración del III Foro Social Américas, la identidad de los pueblos fue uno de los principales temas en foros y debates de los que participaron representantes de organizaciones sociales, nacionales e internacionales.
«El respeto a las costumbres y tradiciones indígenas es un pilar fundamental para el mantenimiento de un sistema democrático, donde prevalece el Estado de Derecho», señala Batzibal.
Dentro de las conclusiones del Foro, las organizaciones dijeron estar concientes de su responsabilidad social para trabajar en favor de las minorías y los pueblos históricamente oprimidos del continente, dentro de los que se cuentan a las comunidades indígenas.
«Ojalá que todos siguiéramos la lógica del sombrero, donde todos los que lo usan merecen respeto pero también obtienen la obligación de respetar», concluye Iza.