La tarde del 19 de febrero del año en curso, en la «Casa Ariana» (Salón Vicent van Gogh) en la Avenida La Reforma de la zona 9,- fuimos invitados al acto de premiación de los ganadores del «Segundo Premio Nacional de Periodismo EN DERECHOS HUMANOS», (categoría- radial, departamental, televisiva y periodismo impreso). Los ganadores de las categorías mencionadas fueron premiados por sus trabajos periodísticos «excelentes», a juicio de los «jurados especiales» en cada categoría, no así lo que correspondía al periodismo departamental, que a criterio de los periodistas que calificaron los trabajos departamentales, adolecían de ciertos vicios y otras cuestiones técnicas con respecto a lo que debe ser un «reportaje», a excepción de un trabajo presentado al concurso por una periodista de apellido Escobar, quien según los organizadores, el jurado decidió otorgarle-? una mención honorífica, aunque el trabajo no fue publicado en algún medio escrito departamental.
A lo mejor no valdría la pena hacer un comentario a este respecto, por aquello de herir ciertas susceptibilidades. Empero, los organizadores del evento tampoco dijeron cuántos fueron los trabajos departamentales que participaron en esta categoría. Pero bien valdría la pena decir, que hacer periodismo en la provincia, ya sea radial, televisivo y principalmente «escrito», es bastante difícil, máxime cuando se informa o se opina sobre las cuestiones oscuras de algunos funcionarios locales.
Con respecto al género del reportaje, es posible que el «jurado especial» que calificó los trabajos departamentales, no encontró las normas que se exigen para este tipo de información, o las reglas que aconsejan los maestros «Martín Vivaldi» o «Vicente Leñero y Carlos Marín», pero estamos seguros que a falta de cierta estética y una elegante diagramación, algunos trabajos departamentales pudieron tener un principal objetivo: decir la verdad.
Por supuesto que los organizadores del «Segundo Premio Nacional de Periodismo EN DERECHOS HUMANOS», mencionaron los nombres de este «jurado especial» que decidió optar por declarar desierto el premio (Categoría Periodismo Departamental). Y no vamos a negar el profesionalismo de estos periodistas (perfumados). Pero hay cosas que deben decirse con pelos y señales, sin eufemismos, independientemente de cualquier buena presentación de un medio escrito. Si hablamos de «Derechos Humanos», y máxime de sacar a luz ciertas violaciones a la dignidad y la búsqueda de una vida más decorosa y justa, la falta de estética y la buena presentación de un medio escrito que se publica con «grandes sacrificios» en la provincia, realmente podría ser una futilidad cuando lo que se pretende es decir una verdad desnuda.